Señores magistrados y señoras magistradas de la Corte Suprema de Justicia:
Es un hecho ineludible que el papel desempeñado por el fiscal general de la República ha traído descrédito al Poder Judicial. La ciudadanía ha sentido que la persecución penal en el país es lenta y poco eficaz. Los recientes casos relacionados con varios préstamos del Banco de Costa Rica, Soresco y muchos otros, solo confirman esta realidad.
Presionado por la opinión pública, el señor fiscal ha acudido a brindar declaraciones para tratar de justificar su inacción. Sin embargo, en su intento de justificación, ha dejado patente que la mentira le es endémica compañera.
Veamos:
En primer lugar, en el programa Café y Palabras del día lunes 25 de setiembre, el fiscal general manifestó que el suscrito lo ha llamado recientemente para referirme a casos contra algún “enemigo político”, lo cual es totalmente falso. Mi última conversación con el Lic. Chavarría fue en mayo del 2016. Le pedí una cita para tratar varios temas, sobre todo el de Soresco, pero no conversamos de nombres particulares. Después de esa conversación, tuvimos un único intercambio hace unos diez días en el programa Nuestra Voz. Ese diálogo fue escuchado por la audiencia de ese programa y es evidente que no hablamos de casos particulares. Don Jorge debe probar que hemos conversado después de ese encuentro en mayo del 2016. No lo podrá hacer porque es una mentira.
En segundo lugar, en la misma fecha, en el programa de canal 7, denominado 7 Días, manifestó que el suscrito había solicitado a través de los magistrados Fernando Cruz, Carlos Chinchilla y Paul Rueda y de las magistradas Nancy Hernández y Rocío Rojas, que se le pidiera la renuncia al fiscal general. Esto es totalmente falso. Ni con ellos ni con ningún otro magistrado me he comunicado directa o interposita persona para promover esa destitución o renuncia. Esa es la segunda mentira de Jorge Chavarría.
En tercer lugar, este martes 26 el medio digital CrHoy publicó una nota donde el director del OIJ desmintió otra afirmación del fiscal Chavarría. Contrario a lo declarado por este, el Lic. Walter Espinoza informó de que “el OIJ no ha recibido ninguna solicitud de investigación más allá de diligencias menores como recoger un documento o archivo”. ( https://www.crhoy.com/nacionales/director-del-oij-desmiente-al-fiscal-nunca-hubo-solicitud-de-investigar-el-cementazo/ )
En cuarto lugar, el superintendente general de entidades financieras también desmiente al fiscal, sobre la afirmación de que la desestimación en el caso del crédito del cemento había sido solicitada al amparo, entre otros, de un informe de la Sugef del año 2016, donde, supuestamente, se concluía que no había irregularidades en el crédito. Al respecto, el superintendente aclaró que se le hizo saber a la Fiscalía que ellos no han emitido un informe sobre ese caso y que ello “…no puede interpretarse de ninguna manera como una manifestación de la Superintendencia descartando cualquier irregularidad” ( https://www.crhoy.com/nacionales/sugef-tambien-desmiente-al-fiscal-no-descartamos-irregularidades-en-credito-del-cemento/ ).
Respetables magistrados y magistradas, se trata de cuatro mentiras sobre asuntos sustantivos, de parte de la persona que dirige el Ministerio Público, enunciadas urbi et orbi. ¡Solo imaginen de lo que será capaz en la privacidad, donde las víctimas de sus mentiras ni se enteran, y quedan en total indefensión!
A esta persona le toca liderar procesos investigativos, dentro de otros, para sancionar la corrupción. La corrupción no es viable sin la mentira; ella es su hija primogénita. Una persona que miente no tiene la capacidad para hallar la corrupción, pues para esa persona es moralmente correcto utilizar la materia prima que la engendra con el fin de explicarse o defenderse.
Por lo anterior, no es necesario entrar a analizar la mala calidad de su gestión, ni su desidiosa lentitud, para concluir que su presencia en el Poder Judicial es fuente de una desconfianza peligrosa para la estabilidad de nuestra democracia.
Por lo anterior, respetuosamente, les sugiero —¡ahora sí!— valorar los hechos aquí descritos como motivos suficientes para solicitar al Lic. Jorge Chavarría que presente su renuncia.
A pesar de que, de acuerdo a los estándares mínimos en materia de valores, una persona mentirosa en esas dimensiones no debe ocupar cargo alguno en el Poder Judicial, respetaré, por supuesto, la decisión que tomen.
Agradeciendo la atención a la presente y deseándoles lo mejor en el desempeño de sus importantes funciones, les saluda, atentamente,
Ottón Solís Fallas