La Estrategia Europea 2020 ha subrayado la importancia del despliegue de la banda ancha para fomentar la inclusión social y la competitividad en los países que integran la Unión Europea (UE), por lo que propone dar acceso a Internet a velocidades superiores a los 30 Mbps, y que el 50% o más de los hogares europeos tengan conexiones a este servicio por encima de los 100 Mbps.
La UE pretende dejar la crisis creando las condiciones propicias para una economía más competitiva que genere nuevas fuentes de empleo. Para este objetivo han establecido la Estrategia Europea 2020, que busca alcanzar un “crecimiento inteligente” a través de inversiones más eficaces en educación, investigación e innovación, un “crecimiento sostenible” impulsado por una economía baja en carbono, una industria competitiva y un “crecimiento integrador” que ponga el acento en la creación de empleo y la reducción de la pobreza. Y se centra en cinco ambiciosos objetivos: empleo, investigación, educación, reducción de la pobreza, y cambio climático y energía.
Crecimiento inteligente. El crecimiento inteligente significa mejorar el rendimiento de la UE en educación (estimulando a las personas a aprender, estudiar y actualizar sus conocimientos), investigación e innovación (creando nuevos productos y servicios que generen crecimiento y empleo, y ayuden a afrontar los desafíos sociales) y sociedad digital (utilizando las tecnologías de información y la comunicación).
En los objetivos de la UE en materia de crecimiento inteligente figuran niveles de inversión del 3% del PIB de la UE, tasa de empleo del 75% para las mujeres y hombres de 20 a 64 años antes del 2020. También se propone mejorar los resultados educativos, particularmente reducir las tasas de abandono escolar por debajo del 10%, y que un mínimo del 40 % de las personas de 30 a 34 años tengan estudios a nivel terciario.
Respecto al área de la pobreza, se pretende reducir en, al menos, 20 millones el número de personas en situación o riesgo de pobreza y exclusión social. En cuanto a cambio climático y energía, el objetivo es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 20% (o un 30%, si se dan las condiciones) menores a los niveles de 1990, y que el 20% de energía sea renovable, además de un aumento de 20% de la eficiencia energética.
Iniciativas. Europa ha descubierto nuevos motores de crecimiento y empleo. A estos ámbitos se destinan siete iniciativas emblemáticas. Dentro del área de crecimiento inteligente están “Una agenda digital para Europa”, la “Unión por la innovación” y la “Juventud en movimiento”. En el área de crecimiento sostenible las iniciativas son “Una Europa que utilice eficazmente los recursos” y “Una política industrial para la era de la mundialización”, mientras que, en el área de crecimiento integrador, se tienen la iniciativa de “Una agenda de nuevas cualificaciones y empleos” y la de una “Plataforma europea contra la pobreza”.
La agenda digital para Europa es una de las siete iniciativas emblemáticas de la estrategia y su propósito es definir la función capacitadora esencial que deberá desempeñar el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), si Europa quiere hacer realidad sus ambiciones para el 2020.
Dentro de la agenda digital para Europa, se establece lo siguiente: “La finalidad genérica de la agenda digital es obtener los beneficios económicos y sociales sostenibles que pueden derivar de un mercado único digital basado en una Internet rápida y ultrarrápida y en unas aplicaciones interoperables”.
El objetivo de esta agenda es trazar un rumbo que permita maximizar el potencial económico y social de las TIC y, en particular, de Internet, como soporte esencial de la actividad económica y social, para hacer negocios, trabajar, jugar, comunicarse y expresarse en libertad.
Enfrentar retos. El documento plantea que un despliegue generalizado y la utilización más eficaz de las tecnologías digitales permitirán a la UE enfrentar los retos y proporcionarán, por ejemplo, mejor atención sanitaria, soluciones de transporte más seguras y eficientes, un medioambiente más limpio, nuevas oportu-nidades en materia de medios de comunicación y un acceso más fácil a los servicios públicos y a los contenidos culturales.
Hace referencia a que el sector de las TIC es directamente responsable del 5% del PIB europeo, con un valor de mercado de 660.000 millones de euros al año, pero que contribuye mucho más al crecimiento de la productividad en general (un 20% directamente del sector de TIC y un 30% de las inversiones en TIC).
Sobre el acceso, se indica que se necesita una Internet muy rápida para que la economía crezca vigorosamente y genere puestos de trabajo y prosperidad, así como para garantizar que los ciudadanos puedan acceder a los servicios y contenidos que desean.
Para el caso de Latinoamérica, de acuerdo con lo que indica el Informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) 2011, por cada aumento del 10% en la penetración de los servicios de banda ancha se produce un aumento del 1,38% en el PIB, en los países de América Latina y el Caribe.
En cuanto a Costa Rica, el valor estratégico que tienen el desarrollo de infraestructura y dar acceso a la banda ancha, a lo largo y ancho del país, permitirá impulsar la educación e investigación, la economía y las actividades productivas que generen más puestos de trabajo y superar los índices de pobreza.
La universalización del acceso a banda ancha de calidad es clave, como lo demuestra la UE con su Estrategia 2020.