‘Baby boomers’, ¡no se retiren!

La Sala debería darme la razón cuando afirmo que negarnos a retirarnos es un derecho constitucional

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La generación llamada baby boomers somos los nacidos después de la Segunda Guerra Mundial. La prosperidad y tranquilidad que trajo el fin de la guerra movió a las jóvenes parejas a tener montones de nosotros.

En los Estados Unidos, fue la primera generación en disfrutar de una prosperidad sin precedentes y de un optimismo, en retrospectiva, tal vez injustificado.

En Costa Rica, fuimos la primera generación cuyos padres estuvieron 100% seguros de que nunca iríamos a la guerra y pudieron obsesionarse con la educación. En grandes partes del mundo, somos una generación muy numerosa, y todo parece indicar que seremos la primera más longeva.

Nuestra generación no desarrolló las armas de destrucción masiva, sino las tecnologías de intercomunicación masiva. Hemos causado más cambios en el planeta en los últimos 30 años que no sé cuántas generaciones anteriores.

La evidencia apunta a que las próximas generaciones producirán todavía más cambios por unidad de tiempo que lo que hemos hecho nosotros. Pero no hemos terminado, ni por mucho.

Hace poco más de 20 años que uno de nosotros fue elegido presidente de la República, nos quedan por lo menos otros 20 años de influencia y participación activa, tal vez no con la misma intensidad, pero sí con la misma o más profundidad.

Recientemente, un joven de una de las generaciones entre nosotros y los millennials (no sé si es X, Y, o Z), reclamaba que los “ baby boomers se niegan a retirarse”. Acostúmbrense, porque todavía nos queda cuerda para rato.

Neuroplasticidad. En algunas culturas, y en no pocas empresas multinacionales, acostumbran a pensionar a la gente obligatoriamente al cumplir cierta edad. Grave error.

Es obvio que la edad promedio de retiro es un número siempre, hasta ahora, creciente, pero, sobre todo, es un promedio con una varianza muy grande.

La edad de retiro para una persona que odia su trabajo, es mucho menor que la de alguien que lo disfruta. La productividad también es muy diferente.

Me gusta pensar que la Sala IV me daría la razón cuando afirmo que negarnos al retiro es un derecho constitucional. Porque resulta que la neuroplasticidad funciona en las dos direcciones.

Neuroplasticidad es la capacidad que tiene el cerebro de generar nuevas conexiones neuronales, y eso sucede cuando aprendemos cosas, cuando somos creativos y cuándo nos “cae la peseta”.

El problema es que cuando hacemos las mismas cosas de la misma manera, un día sí y otro también, perdemos conexiones neuronales, es decir, se nos atrofia el cerebro, y eso es un problema. Como dice Woody Allen, “el cerebro es mi segundo órgano favorito”.

El retiro de una persona sana es un contrasentido económico, pues resta capacidad productiva, y un contrasentido social porque la probabilidad de que una persona retirada haga lo mismo de la misma manera todos los días es desproporcionadamente alta.

Esto es exacerbado por el aumento en longevidad. El concepto de pensión y retiro se diseñó pensando en que una persona podría pasar 10 o 15 años en el ocaso de su vida.

Los baby boomers que cometan la torpeza de pensionarse están contemplando 25 o 30 años de locura inactiva. Sinceramente, no se lo deseo a nadie.

Complementos. Lo mejor del caso es que las nuevas generaciones no necesitan que nos retiremos para abrirse campo. Los cambios generados por la tecnología en el mercado laboral dan cuenta de esto sobradamente.

No solo no debemos retirarnos, sino que debemos continuar aprendiendo y cambiando de ocupación, el futuro lo exige.

De la misma manera en que no debemos discriminar a los jóvenes por su falta de experiencia, tampoco deben discriminar a los no tan jóvenes por su falta de energía, pues la falta de experiencia se compensa con entusiasmo y la falta de energía con sabiduría.

Los seres humanos somos la única especie que sabe colaborar. La colaboración intergeneracional nos llevará a niveles de productividad insospechados.

El autor es ingeniero, presidente del Club de Tecnología y organizador del TEDxPuraVida.