El “Movimiento Florencio del Castillo”, o por los menos algunos de sus miembros, no saben perder y se equivocan de adversario, cuando me acusan de mentir (LaNación, 6/l2/2011) en la información de este diario sobre la declaratoria de sin lugar del recurso de amparo que presentaron por el proyecto municipal de demolición del Mausoleo Florencio del Castillo.
En esa nota, nos limitamos a transcribir algunos de los considerandos de los magistrados de la Sala Constitucional para rechazar ese recurso a dicho movimiento.
Dice la Sala IV, en su resolución del 25 de noviembre 2011, sobre los recurrentes:
“Hasta la fecha, no se ha formulado una oposición seria y formal ante autoridad municipal alguna, en contra de este proyecto”.
Es decir, este movimiento empieza la casa por el techo y no por las bases, porque, según los magistrados, no plantearon una oposición formal antes de llegar a los estrados de justicia.
Me enrostran también mentir, al decir que ellos nunca han argumentado que dicho mausoleo era patrimonio, pero se equivocan nuevamente los señores del movimiento: no soy yo el que afirmó esto, fue la Sala IV, cuando dice en el apartado de Hechos no probados que “el Mausoleo dedicado al Presbítero Florencio del Castillo, ubicado en el parque de Paraíso, tenga alguna declaratoria de patrimonio nacional”.
¿A qué viene esta aseveración de los magistrados?
¿Se la inventaron, o también son mentirosos?
“Para verdades, el tiempo”: desde el martes anterior, las autoridades municipales procedieron a la demolición total del susodicho mausoleo.
Lo que informamos no era mentira, como quisieron endosarme los del movimiento.