Ojalá los rectores consigan un arreglo más acorde con las necesidades del país en el 2022 y dejen atrás la fórmula convenida en 1981
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Firmado el acuerdo entre los rectores y el gobierno para el financiamiento del Fondo Especial para la Educación Superior (FEES), queda pendiente de discusión un tema medular: la distribución del dinero entre las cinco universidades estatales. La respuesta dirá si la educación superior pública está dispuesta a alinearse con las necesidades actuales del país o si seguirá amarrada a los dictados de 1981, cuando se hizo la repartición de los porcentajes sin sospechar siquiera las rápidas transformaciones económicas y tecnológicas de las siguientes cuatro décadas.
El debate se desarrollará entre rectores y, como viene sucediendo durante los últimos años, enfrentará fundamentalmente a la Universidad de Costa Rica (UCR) con el Instituto Tecnológico y la Universidad Estatal a Distancia (UNED). La primera goza de un 57,03% de los recursos, pero su oferta académica está mucho menos centrada en la formación de profesionales en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, conocidas como carreras STEM por las siglas en inglés.
En cambio, el Tecnológico, totalmente concentrado en esas especialidades, apenas recibe el 11,15% y se ve imposibilitado de admitir a miles de jóvenes interesados en estudiar las disciplinas STEM, con mayor demanda del mercado laboral e indispensables para alimentar el desarrollo y atraer inversiones.
La Universidad Nacional (UNA) recibe el 23,09%, con una oferta similar a la de la UCR, y la Universidad Estatal a Distancia (UNED) obtiene el 7,41%. Está por verse cómo se definirá la participación de la más nueva institución pública de enseñanza superior, la Universidad Técnica Nacional (UTN), hasta ahora financiada con una partida independiente que se integró al FEES a partir del acuerdo firmado el 25 de agosto. La UTN comparte con el Tecnológico el énfasis en carreras STEM.
En medio de la cuarta revolución industrial, la oferta académica nacional apenas se compone de un 16% de carreras STEM si se hacen a un lado las ciencias de la salud. El acuerdo del FEES 2023 incorpora el compromiso de ofrecer más cupos en estas profesiones, pero la inquietud no es nueva. Por insistencia del Tecnológico y la Universidad Estatal a Distancia, el Consejo Nacional de Rectores (Conare) acordó, a finales del 2020, negociar un cambio en la fórmula de repartición del FEES.
En aquel momento, el rector del Tecnológico Luis Paulino Méndez insistió en la necesidad de crear más cupos en carreras con mayor demanda en el mercado de trabajo y lamentó el rechazo de 17.000 solicitudes de ingreso a la institución en el 2020. Solo pudieron admitir a 1.965 estudiantes. “Tenemos que valorar cuántos necesitamos en Ciencias Sociales, Filosofía y Derecho... cuántos en Medicina y cuántos en Ingeniería. De eso va a depender el modelo de desarrollo del país… tiene que ser un modelo integral, no puede estar desbalanceado”, afirmó.
No obstante, el desequilibrio no fue resuelto. Por eso, las negociaciones del nuevo intento de rectificación comenzarán a desarrollarse este mes, con los mismos intereses enfrentados. Ojalá los rectores consigan un arreglo más acorde con las necesidades del país en el 2022.
En 1981, tres cuartas partes de las exportaciones consistían en café, banano, azúcar y carne. Imperaban el Mercado Común Centroamericano, las barreras arancelarias y la banca nacionalizada. Ni la apertura comercial ni la atracción de inversiones, mucho menos de empresas tecnológicas, figuraban en la agenda en un mundo donde pocos sospechaban el desarrollo de la internet. Ninguna distribución de los fondos para la enseñanza superior acordada en ese momento debería estar vigente.
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