Columnistas

Un Guantánamo infantil

Un país que ha hecho grandes aportes a los derechos constitucionales y a las libertades públicas, como EE. UU., no puede tratar a los niños migrantes como delincuentes.

EscucharEscuchar

El primer derecho de todo niño, para proteger y garantizar sus derechos humanos, es precisamente ser tratado como un niño. Eso significa que no debe ser considerado como un adulto, sino como una persona en desarrollo, que necesita protección especial de su familia, la sociedad y el Estado.








En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.