Es difícil señalar la importancia histórica de un hecho inadvertido, pero es con gotas que se colman los cambios. La última es fácil de advertir porque se derrama por los bordes. Otras quedan sumergidas imperceptibles en la liquidez. La reunificación de Irlanda aún no ocurre, pero se va gestando poco a poco. El 5 de mayo fue su más reciente preludio. En las elecciones a la Asamblea de Irlanda del Norte, el partido Sinn Féin se convirtió en fuerza política dominante. No es poca cosa. Es el partido de la independencia y la reunificación, tras una larga y sangrienta lucha.
Subyugada por Inglaterra desde el Renacimiento, la evolución de los contrastes de Irlanda llega tardía hasta nosotros. Lo social, nacional y religioso se amalgaman en contradicciones sin resolver. Hay que leer a Leon Uris. En Trinidad, narra el dolor de la jornada de una soberanía inacabada.
Pasaron centenares de años de luchas antes de que el Sinn Féin, fundado en 1905, lograra un autogobierno irlandés, en 1921. Fue uno de los más exitosos movimientos independentistas de Europa, guerrillas urbanas y resistencia cívica incluidas. Pero los británicos no se fueron. Dividieron la isla con una neocolonia que llamaron Irlanda del Norte, de mayoría protestante y probritánica. Todo en estable dominio hasta 1969. Ahí, estalló otra guerra civil por 30 años. En 1998, llegó la paz del Viernes Santo. Incluía libre movilidad de bienes y personas, sin fronteras en la isla y con participación del Sinn Féin en cogobierno como fuerza, en principio minoritaria.
La República de Irlanda (1936) mostró la fuerza de ser soberana. De ser la población europea más pobre y atrasada, su independencia le dio el ingreso per cápita más alto de Europa, el mejor índice de desarrollo humano comunitario y la segunda calidad educativa del mundo en las pruebas PISA. Tremenda tentación ser independiente.
El brexit perturbó la estabilidad de Irlanda del Norte. El divorcio con la Unión Europea, rechazado por un 56% de los votantes, católicos y protestantes, acentuó las discrepancias con el Reino Unido. Aumentó el comercio entre las dos partes de la isla, en detrimento del intercambio con Gran Bretaña. En ese contexto, el triunfo del Sinn Féin es premonitorio. Mediando el tiempo, anuncia la ruptura con el Reino Unido y la reunificación de Irlanda.
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Velia Govaere, exviceministra de Economía, es catedrática de la UNED y especialista en Comercio Internacional con amplia experiencia en Centroamérica y el Caribe. Ha escrito tres libros sobre derecho comercial internacional y tratados de libre comercio. El más reciente se titula “Hegemonía de un modelo contradictorio en Costa Rica: procesos e impactos discordantes de los TLC”.