Hace poco, visité la ciudad de Miami. Al recoger el carro de alquiler, el dependiente me preguntó de dónde venía. Al contestarle que de Costa Rica, me dijo: “Ahora todos quieren ir a Costa Rica, está de moda, como Miami. Espero que no les pase como acá”.
La curiosidad me llevó a investigar qué quiso decir el amable dependiente con esto. Descubrí que Miami, y casi todo el estado de Florida, experimentan un bum económico, producto, principalmente, del gran flujo de personas y de dinero que está ingresando. El buen clima, la estructura de impuestos, las políticas para controlar la pandemia de covid y el bajo costo relativo de la vivienda están entre las principales razones para trasladarse a vivir a Miami.
Se ha dado mucho que personas que vivían y trabajaban en otras regiones del país, se han trasladado al estado sureño, pero mantienen su trabajo anterior, gracias a la posibilidad de hacer trabajo en remoto.
También están los latinoamericanos que, debido a la inestabilidad económica y política de la región, se mudan a vivir a Miami con todos o parte de sus ahorros (fortunas en algunos casos) para ser invertidos en un lugar más seguro.
El dinamismo se observa a simple vista en la ciudad de Miami. Por todo lado se ven nuevas autopistas y viaductos en construcción. El paisaje está decorado con una gran cantidad de grúas en sitios de construcción de nuevos edificios.
Aun así, el gran aumento en la demanda supera al crecimiento de la oferta, que hace que los precios de las viviendas se hayan disparado.
Miami se ha vuelto un lugar caro para vivir, al punto que se empieza a hablar de que amenaza la vigencia del bum. La ciudad podría ser víctima de su propio éxito. Al llegar tanta gente y dinero, los precios y las congestiones se incrementan, lo que reduce la calidad de vida de los ciudadanos. El acrecentamiento del costo de vivir presiona al alza los salarios (especialmente en servicios) y torna menos competitiva la producción local. Con el tiempo, la ciudad corre el riesgo de dejar de ser atractiva y el bum llegaría a su fin.
Sí, hay similitudes entre Costa Rica y Miami. El gran flujo de turistas, inversionistas y dinero origina un bum en algunas regiones y sectores. El colón se ha apreciado y nos hemos convertido en un país caro, lo que reduce nuestra capacidad para competir. ¿Cuánto más puede durar así nuestro bum?
El autor es economista.