La madera con que está hecha una persona, su temple y sabiduría, no se mide por el comportamiento durante un mal día. Sin duda, siempre es preferible una buena reacción a una mala. Precisamente, los héroes del momento nacen de una respuesta valerosa y altruista que ayuda y salva vidas, aunque sean personas fallidas en otros ámbitos de sus vidas.
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La verdadera madera de las personas se aprecia en épocas en las que a un día malo le siguen una mala semana, luego meses peores y años para el olvido. Cuando el desgaste es brutal, el cansancio aprieta y no hay soluciones mágicas ni actos valerosos que resuelvan el problema de un solo tiro, entonces, ahí vemos quién es quién. Surgen (o no) individuos con una cualidad muy especial: la resiliencia, esa capacidad para liderar con la cabeza despejada, de conducir la adaptación creativa sin hipotecar principios éticos ni objetivos sustantivos. Ello distingue a las personas excepcionales de los héroes del momento y, naturalmente, de los egoístas y habladores de paja.
Esa misma lógica puede aplicarse a las sociedades, el caso que me interesa hoy. Y lo hago pensando en la pandemia, que nos ha robado ya dos meses de abril, para parafrasear la hermosa canción del cantautor español Joaquín Sabina, aunque, en realidad, nos hurtó mucho más: quince meses y sumando, miles de vidas segadas, cientos de miles sin trabajo, finanzas públicas exhaustas y una nación cansada y frustrada por un panorama que no parece tener salida clara.
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Cuando uno revisa la historia documentada de las pandemias, encontramos que antes estas tardaban mucho tiempo en remitir. Duraban siglos y causaban mortandades. Ahora, el tiempo de sus estragos se acortó debido a los avances tecnológicos, aunque será de, cuando menos, varios años. Eso sí, las pandemias siempre causaron traumas sociales y cambios profundos y desquiciaron al statu quo.
Ahora que, como dije, no hay milagros ni alcanzan los héroes de ocasión: ¿Cuál será la verdadera madera de nuestra sociedad? Ya lo veremos en los próximos meses. ¿Primará el sálvese quien pueda o los acuerdos sobre una hoja de ruta para salir de esta crisis? ¿Seremos Caín, Judas o David, que derrotó al gigante? Contemporáneos de una crisis pandémica sobre la que nos toca actuar, veremos qué dirán los historiadores de nosotros y nuestra época. Esta es nuestra prueba de fuego.
El autor es sociólogo.