Cientos de miles de jóvenes se manifestarán hoy alrededor del mundo. Objetivo: insistir en que vivimos una emergencia climática y llamar a la acción para frenar su avance. No es algo nuevo: las demostraciones periódicas comenzaron hace un año, por iniciativa de Greta Thunberg, sueca de 16 años convertida en celebridad mundial, y han crecido desde entonces bajo el nombre Fridays for Future (Viernes por el futuro). En Costa Rica, su impacto ha sido mínimo, pero por lo menos una escuela en Monteverde y un grupo de estudiantes en San José se sumarán al llamado.
Lo que da un carácter especial a las movilizaciones de hoy es la cumbre sobre cambio climático que se celebrará el lunes en las Naciones Unidas. El llamado de su secretario general, António Guterres, a los jefes de Gobierno asistentes —entre ellos el presidente Alvarado— fue enérgico: “No traigan un discurso, traigan un plan”.
La urgencia es real. El calentamiento global se ha convertido en el gran desafío existencial de la humanidad. Su impacto es cada vez más acelerado y extenso. Si no lo frenamos a tiempo, pronto podríamos llegar al punto de no retorno. No nos borrará de la faz de la tierra, pero sus efectos acumulados generarán una dinámica inercial devastadora, muy difícil de contener. El Acuerdo de París del 2015 logró compromisos clave para evitar que la temperatura global suba más allá de 2 grados centígrados respecto al nivel preindustrial, aunque el ideal es 1,5. Sin embargo, los avances han sido insignificantes.
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Ante esta realidad, la cumbre del lunes debería relanzar iniciativas hacia la XXV conferencia de los Estados miembros de la Convención sobre Cambio Climático (COP25), por celebrarse en Chile, en diciembre. La presión pública está creciendo, al menos en el mundo democrático. Fridays for Future es parte de ella. Dos ejemplos más: se acaba de establecer un consorcio global con más de 300 medios para impulsar la cobertura ambiental; la influyente revista The Economist dedica su última edición al clima.
La gran pregunta es si habrá lucidez y compromisos políticos suficientes para ganar la carrera antes de que sea demasiado tarde. La lucha nos toca a todos, pero la acción es diferenciada, y quienes tienen las mayores responsabilidades deben cumplir con los mayores compromisos.
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El autor es periodista.