La fecha clave es el 10 de diciembre, pero las celebraciones ya comenzaron y seguirán durante el resto del 2018. Razones sobran. Este año se cumplen 70 de un documento indispensable para defender la dignidad de todos: la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Ningún otro acuerdo sin fuerza jurídica ha tenido tan hondo y positivo impacto global: consolidó la noción de que los derechos humanos son universales; enraizó el principio de que su protección cobija directamente a las personas, por encima de los Estados; se convirtió en fuente normativa de legitimidad incuestionada, y ha servido de guía a múltiples constituciones. Además, fue la semilla para los primeros tratados multilaterales jurídicamente vinculantes en la materia: los pactos de Derechos Civiles y Políticos y de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Ambos fueron aprobados por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1966 y entraron en vigor diez años después.
Al proclamarla, la Asamblea definió la Declaración como “un ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse”. Desde su adopción, Costa Rica ha estado a la cabeza de este esfuerzo, por sus aportes a la construcción de los sistemas de derechos humanos de las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos (OEA), su temprana ratificación de los tratados y convenciones, la participación sistemática en organismos clave para velar por su protección y una disposición genuina para protegerlos e impulsarlos en el país. Los 30 artículos del texto están tejidos en nuestras normas legales y sociales, a partir de dos principios fundamentales también enunciados por la Declaración: todos los seres humanos nacemos libres e iguales, y todos tenemos los mismos derechos, sin distinción alguna.
LEA MÁS: Fabricio Alvarado dice que salirse de la Corte de Derechos Humanos ya 'no va a ser necesario'
Los derechos humanos son amplios y universales, pero ¿dónde comienzan? “Pues en pequeños lugares, cerca de nosotros”, respondió hace 70 años Eleanor Roosevelt, principal motor de la Declaración, y añadió: “En lugares tan próximos y tan pequeños que no aparecen en los mapas. Esos son los lugares en los que cada hombre, mujer y niño busca ser igual ante la ley, con dignidad y sin discriminación”.
Pero si allí comienzan, allí también pueden terminar. Debemos tenerlo muy presente, sobre todo hoy.
Correo: radarcostarica@gmail.com