Columnistas

Polígono: Sal llorada

La carencia que sufrirán los pobres por la privatización del agua puede ser resuelta por la ciencia basándose en el ejemplo de las iguanas de la islas Galápagos.

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Acojamos por un momento la hipótesis de que las iguanas de las islas Galápagos descienden de un grupo de ellas cuyo árbol de refugio fue arrastrado por una tormenta desde la costa sudamericana. Las viajeras involuntarias deberían haber muerto de inanición, pues en la isla de arribo no crecían las plantas de las que se alimentaban, pero la necesidad las llevó a probar suerte con las algas marinas poco profundas y, bien que mal, algunas sobrevivieron.








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