Polígono: Norma permanente

Una vez controlada la pandemia el uso de la mascarilla continuará siendo socialmente obligatorio

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Nuestros anfitriones nos invitaron, a un conocido escritor costarricense y a mí, a presenciar, en Golfito, una breve salida de pesca artesanal en dos botes.

Ya ubicados en el punto donde se lanzarían los aparejos y, mientras esperábamos que los peces hicieran lo suyo, intercambiamos algunas historias. El escritor y yo comentamos algo sobre El viejo y el mar de Hemingway y los pescadores nos arrancaron la promesa, que sería cabalmente cumplida, de enviarles algunos ejemplares del libro.

El escritor, quien había vivido durante algún tiempo en una zona costera, dijo haber conocido a un pescador puntarenense que poseía la habilidad de percibir con el olfato la proximidad de ciertas clases de peces.

“¿Quiere decir que olía los peces desde fuera del agua?”, no pude evitar la pregunta. “Exacto, ese chuchequero tenía un olfato tan agudo que podía oler las flatulencias de los grandes peces. Como todos los vertebrados, los peces sueltan gases digestivos de aroma nada agradable y, cuando lo hacen a poca profundidad, eso los delata”.

Aquel comentario generó una festiva discusión sobre la vida de las criaturas marinas, pero un pescador, al parecer siguiendo los dictados del sentido común, opinó que “el mar es una sopa promiscua y desaseada”.

El escritor y yo no pudimos ocultar nuestra sorpresa, tanto por el léxico como por la sagacidad de aquel golfiteño que, con dos palabras bien escogidas, acertó a describir una dura realidad sanitaria del océano: los animales marinos viven inmersos en los humores, las emanaciones y los detritus de sus vecinos, y de ahí tenemos que imaginar a la evolución manifestándose de tal modo que la promiscuidad y la suciedad naturales no causen extinciones recíprocas.

No en balde, los peces producen enzimas que aceleran la putrefacción de sus cadáveres y los hacen menos peligrosos para los sobrevivientes; lo que, además, explica la fetidez amoniacal característica de las pescaderías.

No es exagerada la idea de que la recomendación de usar mascarillas como medida para atenuar el impacto de la actual pandemia demuestra que la afirmación del pescador de Golfito es válida para la gran burbuja de aire en la que habitamos los seres humanos y, una vez controlada la pandemia, el uso de la mascarilla continuará siendo socialmente obligatorio.

duranayanegui@gmail.com

El autor es químico.