Página quince: Lee Harvey Oswald y Herschel Grynszpan

Hoy que resurge con fuerza el antisemitismo, se debe recordar a un héroe polaco.

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Parece que no tienen nada en común el asesinato de Kennedy y Kristallnacht (La noche de los cristales rotos), después de todo, sobre Lee Harvey Oswald se han escrito más de 10.000 libros; mientras que sobre Herschel Grynszpan, solo tres y dos de ellos hace más de 30 años. La historiografía en el caso de Oswald se ha centrado en cuestionar la versión oficial del gobierno estadounidense en que este actuó solo y no hubo conspiración. En el caso de Grynszpan, el gobierno alemán hizo todo lo posible por probar lo contrario: Herschel no actuó solo y era parte de la conspiración judía para atacar a Alemania.

El nombre Kristallnacht alude a los fragmentos de vidrios rotos de las ventanas de sinagogas, casas y negocios judíos saqueados y destrozados, y que cubrían las calles alemanas después del pogromo.

Tras la violencia, el gobierno alemán anunció que Kristallnacht fue un estallido espontáneo de sentimiento público como respuesta al asesinato de Ernst vom Rath, oficial de la embajada alemana en París. Los nazis destrozaron las vitrinas de aproximadamente 7.500 establecimientos comerciales de propiedad judía. Kristallnacht se cobró las vidas de por lo menos 91 judíos entre el 9 y 10 de noviembre. Los nazis arrestaron a 30.000 hombres judíos y transfirieron a la mayoría desde las cárceles locales a Dachau, Buchenwald, Sachsenhausen y otros campos de concentración. Cientos murieron en los campos a causa del tratamiento brutal que soportaron.

Venganza. Herschel Grynszpan tenía la nacionalidad polaca, pero nació en Hannover, Alemania, hijo de judíos polacos. Su familia estuvo entre los aproximadamente 12.000 judíos polacos arrestados, expropiados y subidos en masa a trenes con destino a Polonia. Luego de caminar dos kilómetros hasta el pueblo fronterizo, Polonia se negó a admitirlos. Su hermana Berta le pidió a Herschel que los rescatara y que consiguiera su traslado a Estados Unidos. Sin embargo, estaba fuera de las posibilidades de Herschel.

Herschel decidió vengar a sus padres, compró un arma y solicitó una cita en la embajada de Alemania en París. Llegó y disparó contra el diplomático Ernst vom Rath, el 7 de noviembre de 1938. Grynszpan entendió lo que millones de judíos adultos no querían ver: Hitler los destruiría a todos y la única opción era armarse y pelear.

Todo el mundo pensó que Grynszpan fue a la embajada furioso y disparó contra el primer alemán que vio, como un acto político para vengar la persecución de su familia y de los judíos alemanes en general. El abogado Vincent de Moro-Giafferi, para despolitizar el acto de Grynszpan y sacarlo de prisión, ideó un plan para declarar que el asesinato tenía como transfondo un crimen pasional, lo cual iba a poner en aprietos a Hitler, quien usó la muerte de Vom Rath como justificación para arremeter contra las sinagogas y negocios de los judíos.

El astuto Moro-Giafferi inventó que Grynszpan había conocido a Vom Rath antes de lo ocurrido y la represalia no se trató de un asunto fortuito. De acuerdo con esta versión, Vom Rath era homosexual y había conocido a Grynszpan en un bar de París.

Proceso. Las autoridades francesas iniciaron un proceso judicial contra Grynszpan y los alemanes también se prepararon. Se debía demostrar que el judío no había actuado solo, sino que se trataba de una confabulación contra Alemania y había una organización detrás del atentado. Se debía proyectar que la política antisemita alemana actuaba en defensa por el ataque.

El proceso se retrasó hasta el 1. ° de setiembre de 1939, cuando los alemanes invadieron Polonia. No fue sino hasta el 18 de julio que Grynszpan fue entregado a los alemanes, llevado de vuelta a París y después a Berlín y encerrado en la central de la Gestapo.

Grynszpan pasó el resto de sus días bajo custodia alemana, entre la prisión de Moabit en Berlín y los campos de concentración. Luego, los alemanes hallaron que al acusarlo de traición podía ser juzgado legalmente y ejecutado. No obastante, resultó alarmante la revelación de que Grynszpan iba a reconocer que arremetió contra Vom Rath por haber tenido relaciones homosexuales con él.

Luego de un tiempo, Hitler se enteró de lo aducido por Grynszpan y a comienzos de mayo de 1942 estaba claro que el führer no favorecía un juicio. A finales de 1943 o principios de 1944, Grynszpan fue interrogado por Adolf Eichmann en la central de la Gestapo en Berlín. En el 2016, apareció una foto del 3 de julio de 1946 en un campo de desplazados en Bamberga, durante unas protestas llevadas a cabo por grupos de judíos contra la política británica de no dejarlos emigrar a Palestina. La foto confirmaría que Grynszpan había sobrevivido. Sin embargo, fue declarado legalmente fallecido por el gobierno de Alemania Occidental en 1960.

Conjenturas. Es improbable que Hitler temiera que Grynszpan manchara el nombre de la familia por sus relaciones con Vom Ram. Todos los testigos en el funeral aseguran que Hitler apenas saludó a los Vom Ram y que se notaba la frialdad de ellos con el dictador. Se cuestiona si el hijo era un nazi de verdad y quizás por ello buscó muchachos judíos como amantes.

Así que si no hubo juicio, no fue porque Hitler quiso proteger a sus padres. Pero igual que lo ocurrido con Lee Harvey Oswald, un misterio se cierne sobre Grynszpan. ¿Cómo se libró de los nazis?

Hoy, cuando resurge con fuerza el antisemitismo en Alemania, Grynszpan debe rescatarse como el foco principal en la conmemoración de Kristallnacht. No debe ser recordado con la vergüenza que se siente hacia él hasta ahora. Herschel Grynszpan es un héroe judío y merece ser así reconocido.

jacoboschifter937@gmail.com

El autor es historiador.