Página quince: Indeseada sopa de letras

Hay que hacer todo lo posible para que en Costa Rica la crisis se comporte como una U o, idealmente, como una V, y que la duración no sobrepase un trimestre.

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FocusEconomics (FE) es una empresa catalana que desde hace unos veinte años se dedica a la elaboración de estudios de mercado y encuestas de opinión pública.

Mi amigo Víctor Orantes me envía a menudo resúmenes de sus trabajos. El más reciente es el resultado de una encuesta hecha a 78 especialistas de varios países sobre los posibles efectos macroeconómicos de la pandemia de la covid-19.

La encuesta muestra, entre otras cosas, que, conforme más datos se tienen a mano, más pesimistas se han tornado los entrevistados sobre los males que podría causar el virus SARS-CoV-2.

De acuerdo con la encuesta, llevada a cabo el 14 y 15 de abril, dos tercios de los entrevistados consideran que la crisis reducirá en 3 puntos porcentuales (p.p.) el crecimiento económico mundial este año, y un tercio calcula que la reducción sería superior a 4 p.p.

Se trata, sin duda, de una enorme pérdida si se tiene en cuenta que, según el Fondo Monetario Internacional, en el 2019, el PIB mundial fue de $87.156 billones.

Aunque 43 de los 78 panelistas consideran que la parálisis durará dos trimestres, y 30 de ellos que serán tres, unos cuantos pesimistas estiman que la pandemia podría convivir con nosotros un año y medio.

Si un trimestre de crisis, que es más o menos la base que el gobierno de Costa Rica ha utilizado para calcular el auxilio financiero para los afectados, es difícil de aguantar, seis serían prácticamente insoportables, aunque se adoptaran esquemas de apoyo novedosos y solidarios.

Sopa de letras. Uno podía preguntarse cómo se vería el más probable ciclo de caída y recuperación macroeconómica. Las respuestas son variadas.

Una posibilidad es que el ciclo se asemeje a una V, lo cual indica rápida caída y también rápida recuperación. Una proporción considerable de los entrevistados por FE (20 %) creen que ese será el caso.

La mayoría (65 %) pronostica que el ciclo tendrá forma de U, de caída más o menos rápida y gradual recuperación. Otros (7 %) opinan que no es improbable una W, es decir, dos crisis seguidas.

Los pesimistas, por fortuna pocos, tienen dos letras en mente: que el proceso tiene la forma de una L, con caída, pero sin recuperación. Por último, Dios no lo quiera, algunos analistas fuera del grupo de entrevistados por FE opinan que podría tratarse de una crisis de tipo I, en la que solo se cae.

Lo mostrado arriba son los resultados globales. Pero cuando el análisis se centra en el hemisferio occidental, se obtienen opiniones como: “La mayoría de los países de la América Latina no están preparados para enfrentar un choque de la magnitud de la covid-19”. “La situación económica de la región era vulnerable desde antes de la crisis”. Desafortunadamente, los comentarios son válidos para Costa Rica.

Mas, por el lado bueno, para otros, “los bancos están en una posición más fuerte ahora que hace once años y ni los bancos centrales ni los entes reguladores permitirán el surgimiento de una crisis bancaria”. Así sea.

Lo anterior debe ser tomado con un grano de sal, pues, como afirmó el famoso físico danés Niels Bohr (1885-1962), “es muy difícil hacer predicciones, especialmente sobre el futuro”.

En lo que respecta a la pandemia de la covid-19, no existen estimados totalmente confiables de cuánto durará ni una forma posible de normalización de las actividades económicas.

Una unidad del FMI, por ejemplo, considera que las actividades que conllevan aglomeraciones (parques de diversiones, cines, bares, actos deportivos, etc.) deberán esperar más tiempo que otras para volver a la normalidad.

Hay que hacer todo lo posible para que en Costa Rica la crisis se comporte como una U o, idealmente, como una V, y que la duración no sobrepase un trimestre.

Algunos dirán que en esto no hay nada que hacer porque “el hombre propone y Dios dispone”. Otros, que debe seguirse el consejo de los esforzados picapedreros, quienes han legado a la humanidad bellas obras: "A Dios rogando y con el mazo dando".

Desde dos frentes. Para lo anterior, hay que enfrentar eficazmente la pandemia minimizando los contagios y las pérdidas de vidas humanas. Pero, también, desde la arista macroeconómica, recurriendo, de manera segura, a los mecanismos que permitan recuperar y, de ser posible, sobrepasar los niveles de actividad de los últimos años.

Deben continuar desempeñando un papel clave el Ministerio de Salud y la Caja Costarricense de Seguro Social, a los cuales deben unirse los municipios y las personas adultas.

En lo macroeconómico, el Ministerio de Hacienda, el Banco Central de Costa Rica, los bancos comerciales, el sector privado y la solidaridad ciudadana están llamados a poner alma, vida y corazón para acelerar la vuelta a la normalidad del proceso productivo, el empleo, la generación de ingreso y el consumo.

Por mi parte, aunque quisiera ver aquí un ciclo en forma de V, me conformaría con uno en U y ojalá que, para la fecha de mi próximo cumpleaños, sin temor alguno, pueda tener una celebración que incluya un viaje al balneario de Ojo de Agua, que tanto disfruté en mis años mozos, y al Parque Metropolitano La Sabana, con agua de pipa incluida.

tvargasm@yahoo.com

El autor es economista.