Darwin, Turesky, Cochinilla, Azteca y Diamante. Lo que no habíamos visto en décadas lo vimos en nueve meses. El 2021 es el año de cinco escándalos que pusieron al descubierto aparentes conexiones del narcotráfico con municipalidades, Asamblea Legislativa y Acueductos y Alcantarillados (AyA).
También, es el año del destape de la presunta corruptela de dos grandes constructoras en posible contubernio con la cúpula del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) y algunas municipalidades.
Mentira que fue sorpresa. Cochinilla y los demás se olían. Circulaban rumores, pero sin pruebas. Incluso, la penetración del narcotráfico en ciertas municipalidades fue revelada en el 2011 por el entonces fiscal Jorge Chavarría, quien fue clarividente al decir: “La corrupción es la puerta grande de entrada para el control de los narcotraficantes de peso”.
Nada pasó en una década hasta que en este 2021 —y lo digo mientras aplaudo– el Ministerio Público y el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) nos abrieron los ojos al destapar los cinco escándalos.
Es digna de elogio la confidencialidad con la cual investigaron. Lo confirman las escuchas telefónicas hechas a los investigados en sus aparentes matráfulas como si estuvieran solos.
La investigación retrata el profesionalismo y la ética de muchos de los que laboran en la Fiscalía y el OIJ, entidades que también están en la mira del narcotráfico, pues incluso en el caso Darwin reclutaron a un agente para que traicionara a sus colegas. Y ni él mismo se enteró de que lo tenían identificado.
Tan excelentes pesquisas deben originar cambios legales. Lo primero es no más alcaldes infinitos, porque está comprobado que la reelección perpetua es nutriente de corrupción. Pero, además, es vital que los tres poderes se alíen para revisar la legislación y promuevan reformas con el fin de contener la penetración del narco, sobre todo, en las municipalidades, que es el terreno más fértil.
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Terminamos el 2021, y lo cierto es que esos escándalos fueron un gran regalo de la Fiscalía y el OIJ para los ciudadanos. Gracias a fiscales e investigadores, quedó al descubierto quién es quién y por qué son necesarias las reformas para pararlos en seco.