Entre líneas: Definición necesaria

Para Restauración Nacional y Nueva República no hay dilema en cuanto a los temas polarizantes. Socialcristianos y liberacionistas no muestran la misma claridad.

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

El éxito electoral de Acción Ciudadana no tiene explicación sin considerar las crecientes y cambiantes diferencias regionales. El comportamiento del Valle Central y otros polos de desarrollo difiere significativamente del de costas y fronteras. Hay abundantes reclamos económicos y sociales fuera del centro. Siempre los hubo y aunados a razones históricas explicaron, por décadas, la fortaleza en esas zonas del calderonismo y, más recientemente, el liberacionismo, pero las diferencias van hoy más allá de los factores socioeconómicos.

La falta de oportunidades abrió las puertas a grupos religiosos caracterizados por un activismo ajeno a las prácticas de la Iglesia católica y permitió la incorporación de sus inclinaciones a la agenda regional, con más o menos apoyo según la zona. El economista Víctor Umaña caracteriza la división socioeconómica de las regiones como la costa y la rica, pero las diferencias entre el centro del país y el resto de su territorio ya no se agota en esos factores.

Los partidos tradicionales no saben cómo responder. La ambigüedad frente al matrimonio igualitario frustró su avance a la segunda ronda en el 2018. No fue casualidad la elección de los candidatos mejor definidos en ese campo, constituidos en polos de la elección pocos días después de plantearse el tema como factor dominante del debate electoral.

La fuerte definición de los Alvarado, ambos protagonistas de la segunda ronda contra todo pronóstico, rindió frutos justo donde podían esperarlos de sus respectivas posiciones. Así fue en la primera ronda. Más tarde, merced a su población, el centro del país puso el acento en el holgado triunfo del PAC.

Para Restauración Nacional y Nueva República no hay dilema. Las cuestiones recién incorporadas a la discusión política son parte de su esencia. Sus posiciones están determinadas por naturaleza. Las demás agrupaciones enfrentan la difícil tarea de decidir. Acción Ciudadana ya lo hizo. Socialcristianos y liberacionistas no muestran la misma claridad.

En San Carlos, el PLN se alió con Restauración Nacional para aspirar a la Alcaldía. La alianza puede rendir frutos en la zona, donde la fuerza del partido religioso es significativo, pero agrega a la indefinición percibida en las regiones con mayor número de votantes. Cuando el partido llamó, el jueves, a la renuncia del ministro de Educación, no dijo compartir las razones de los grupos religiosos, pero las circunstancias ahondaron la confusión.

agonzalez@nacion.com

Armando González es editor general del Grupo Nación y director de La Nación.