¿Carlos Ricardo Benavides, jefe de fracción del PLN, para presidir el próximo Directorio de la Asamblea Legislativa? Sí. Rotundo sí. Antes de explicar las razones, aclaro que no soy liberacionista (aunque respeto al partido por las grandes instituciones legadas al país) y me reservo el derecho de votar por el candidato que mejor me parezca en el 2022.
Empecemos por sus calidades personales: abogado, avispado, ronda la media teja, estudioso y tequioso, honesto intelectualmente —y en los demás sentidos—, porteño, como mi madre (q.e.p.d.) y ha dedicado gran parte de su vida profesional al servicio del país: diputado dos veces, titular de los ministerios de Turismo y la Presidencia y tiene, como se decía de Charles de Gaulle, suficiente savoir-faire para navegar con destreza en las turbulentas aguas de la política.
He seguido de cerca su visión y actuaciones. Destacan, entre otras, haber apoyado el plan fiscal en un momento crucial —al cual contribuyó con mociones y discusiones relevantes —, exigir del gobierno parsimonia y mantener una posición sensata ante la pretensión oficial de emitir eurobonos por $6.000 millones de un solo golpe. Como ciudadano y contribuyente le agradezco haber expresado dudas razonables sobre las verdaderas intenciones del presidente Alvarado con respecto al gasto y la agenda pendiente, lo que revela una actitud colaboradora sin sumisión ni complacencia.
¿Por qué llevarlo a presidir el Congreso en el segundo, en vez del último año de gobierno, como sugerían varios de sus colegas? Por una razón fundamental: si el gobierno se torna remolón en el gasto, como muchos tememos, se necesita un soldado al mando del Congreso para dar, como Juan, el paso adelante. El 2019 será crucial para las reformas de fondo, urgentes para el país, incluidas la reactivación, la productividad, la consolidación de la agenda fiscal, la reforma del Estado y las pendientes para ingresar al club de los pudientes: OCDE.
Benavides expresó interés en hacerse acompañar de diputados de otros partidos en el Directorio. Me parece bien. En la oposición hay gente valiosa, capaz de colaborar a fraguar reformas de fondo ahora para cosechar frutos al final del periplo. Entonces, no solo Liberación pescará réditos; aquellos también. Los votantes podremos elegir en el 2022 al mejor hombre, sabiendo que su partido, cualquiera que sea, habrá soplado las velas con vigor para llevar la barca a buen puerto.
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El autor es abogado y economista.