La chef Doris Goldgewicht, miembro fundador de la empresa Tips; Silvia Chaves, presidenta y propietaria de Florex; y Alicia Pineda, gerenta de una de las empresas del Grupo El Ángel, compartieron sus experiencias en el foro virtual organizado por "Página quince " de La Nación, titulado “Qué proponen empresarios experimentados para salir de las crisis”. Aunque el exastronauta Franklin Chang era uno de los panelistas, problemas técnicos le impidieron participar.
El objetivo fue analizar cómo las empresas afrontan las crisis y cuáles son las actitudes necesarias cuando se producen eventos como el del 2008 y la actual pandemia.
Sus experiencias tenían como propósito ver de qué manera es un reto para el empresariado mantenerse en pie aun en tiempos de relativa calma.
La actividad tuvo lugar el jueves 10 de setiembre a las 5:30 p. m., por las plataformas Microsoft Teams, YouTube y Facebook.
Acometida impetuosa. Las empresas privadas dan empleo al 86 % de las personas en edad de trabajar. En este grupo, cerca de 450 son llamadas “grandes contribuyentes”, su planilla se compone de más de 100 personas y representan apenas el 1 % del parque empresarial.
Antes de la crisis sanitaria, aportaban año tras año el 65 % de todos los impuestos pagados al Ministerio de Hacienda.
A causa de la paralización de la economía, el Estado ya dejó de percibir ¢1,2 millones en tributos. De acuerdo con datos del Ministerio de Trabajo, a 5.148 compañías se les aprobó la suspensión de contratos, lo cual afectó a 60.000 empleados, y 6.858 redujeron la jornada laboral a 135.723 trabajadores. La mayoría de los afectados pertenecen a los sectores comercial y de servicios.
Escollos. Para el economista Víctor Umaña, durante las crisis son necesarios esfuerzos en dos vías. Por un lado, deben crearse las condiciones para que las personas tengan un trabajo digno asociado a sus habilidades.
“Es imperativo reducir los costos de la contratación, modernizar la legislación laboral para adecuarla a las nuevas formas de producción; reducir las cargas de la seguridad social, sobre todo para trabajadores independientes, y favorecer los arreglos de quienes quieran ponerse a derecho”, agrega Umaña, para quien, por otro lado, el país requiere la promoción masiva de empresas domésticas a través de iniciativas escalables de emprendimiento y apoyo como las que han planteado Procomer y la Banca para el Desarrollo.