Mientras los países desarrollados promueven el repoblamiento de las ciudades y apuestan por el desarrollo vertical para el mejor aprovechamiento de los recursos, en Costa Rica se acaba de imponer una nueva restricción que atenta contra el desarrollo de los tres polos de mayor dinamismo inmobiliario: San José, Escazú y Heredia.
El Consejo Técnico de Aviación Civil (Cetac) y la Dirección General de Aviación acaban de imponer nuevos límites de altura a las construcciones en los cantones aledaños al aeropuerto Tobías Bolaños. Dependiendo de la altura máxima para cada caso específico, ¿cómo planear una inversión que por su naturaleza es a mediano o largo plazo?
Se trata de una dificultad más para un sector que en el mejor de los casos le toma meses conseguir los permisos correspondientes, tiempo en el cual muchas veces debe mantener un activo millonario improductivo haciéndole incluso frente a la carga financiera.
Para un buen clima de negocios, lo peor es la inseguridad y el cambio de reglas. Esto literalmente espanta la inversión nacional y extranjera. Pienso en varias cadenas de hoteles y desarrollos habitacionales que han anunciado aperturas para años próximos en locaciones ya aseguradas, ¿tendrán ya sus permisos?
Ante el colapso vial, dos estrategias son: la promoción de la alta densidad y la mejora del transporte público, inconsecuentes con la decisión tomada, que genarará barrios fantasma por la baja rentabilidad de una menor altura y que alejará los desarrollos a terrenos más baratos.
El país pierde porque habrá demanda de nueva inversión en otras zonas adonde se irán los desarrollos (escuelas, acueductos), y se desaprovechará la infraestructura de esos servicios ya existentes, además se agravará el caos vial.
La construcción es un motor importante de las economías, entre otras, por su capacidad de generar empleo. Soluciona, además, un importante faltante de vivienda y da cobijo al turismo.
Esta semana en que se inició la construcción del Centro Nacional de Congresos y Convenciones imponer límites a la construcción de hoteles y edificios es una seria contradicción nacional.
Hay que recuperar el norte. El Estado debe apoyar y no obstaculizar el desarrollo y ser el promotor número uno en la generación de proyectos y atracción de inversión que generen empleos de calidad.