Foro virtual: ‘Nicaragüenses y panameños, sus derechos y su aporte a la economía'

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El foro virtual titulado Nicaragüenses y panameños, sus derechos y su aporte a la economía, organizado por “Página quince” de La Nación, puso en perspectiva la condición de los extranjeros temporales y residentes permanentes en el país.

Puede repasar la conversación desde este video:

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La médica epidemióloga Fanny Quintanilla explicó en qué consiste la nueva condición para el ingreso de migrantes durante la pandemia de la covid-19. Ella es directora del Área Rectora de Salud los Santos y tiene amplia experiencia trabajando con la comunidad indígena ngäbe-buglé.

El economista y consultor en política agrícola y comercial Víctor Umaña desglosó los datos de la contribución de la mano de obra extranjera a la economía costarricense y la abogada laboralista y socia de Caoba Legal Paola Gutiérrez propondrá modelos de aseguramiento y protección para prevenir la explotación laboral.

Carlos Sandoval, profesor de la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva de la Universidad de Costa Rica, expuso la realidad cotidiana del migrante. Sandoval se dedica al estudio de esta materia desde 1990. En el 2016 recorrió El Salvador, Honduras, Guatemala y México, y conversó con personas que iban tras el sueño americano.

Como el 60 % de la mano de obra extranjera temporal es utilizada para la recolección del café, la directora ejecutiva del Instituto del Café (Icafé), Xinia Chaves, ofreció su perspectiva desde este sector de la economía.

Población discriminada

La desinformación desempeña un papel significativo en la discriminación de que son objeto los nicaragüenses, principalmente.

Por ejemplo, contrario a las creencias populares, una investigación llevada a cabo en el 2018 por el Centro Centroamericano de Población (CCP) de la Universidad de Costa Rica para la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) reveló que los migrantes tienden a beneficiarse poco de las ayudas del gobierno, acuden menos a los centros de salud de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), se desempeñan en laborales informales, mayormente, y están prácticamente fuera del sistema de pensiones.

La emergencia de la covid-19 desveló la precaria situación de vida de muchos de ellos en cuarterías situadas en varios puntos del país y en fincas de la zona norte donde han sido hallados varios grupos hacinados y escondidos en corrales para ganado.

También se registran casos como el del alcalde de Alajuelita, quien rechazó en un inicio la apertura de un albergue en su cantón. Entre los argumentos esgrimidos citó haberse enterado por “unos medios” sobre el ingreso de 13.000 nicaragüenses a Costa Rica “para tener alguna opción en cuanto a salud”.

“Con un albergue habilitado aquí, a muchos de esos nos los van a endosar”, manifestó Modesto Alpízar, quien luego entró en razón.

Y aunque algunos deseen regresar a su país, no pueden. Cuando menos 300 llevan varios días tratando de ingresar a Nicaragua, pero la orden del gobierno de Daniel Ortega, de presentar un diagnóstico negativo por covid-19, los mantiene en un limbo entre ambas fronteras.

gmora@nacion.com

*La autora es editora de Opinión de La Nación.