La revista The Economist ideó en 1986 un sencillo índice para medir el poder adquisitivo (PPA) en los distintos países, y consiste en comparar los precios del big mac.
Es muy útil para determinar si la moneda de un país con el que competimos en exportaciones está infravalorada o sobrevalorada, y así saber el poder adquisitivo de la nación. Si bien no es un indicador económico, es una referencia utilizable.
El procedimiento es sencillo: se divide el precio de un big mac de un país en su moneda entre el precio de la misma hamburguesa en otro país en su moneda y el resultado se compara con el tipo de cambio. Si el valor es menor al tipo de cambio, la moneda está infravalorada; si es mayor, la moneda está sobrevalorada.
Según el índice del 2021, el big mac más caro se vendía en Suiza, en $7,21, mientras en Costa Rica el precio alcanzaba $3,83. Interesantemente, en la segunda economía del mundo, costaba $3,46 (¿manipulación de la moneda?) y en Rusia, que reclama un papel de potencia mundial, $1,81.
La cadena global distribuidora de la hamburguesa podría convertirse, además, en un factor de alerta del desabastecimiento originado por los efectos del cambio climático en la producción agrícola o por la disrupción en las cadenas de abastecimiento.
LEA MÁS: Editorial: Desperdicio y falta de transparencia en la Caja
A finales del 2021, la empresa racionó la venta de papas en Japón, las cuales solo podían ser adquiridas en su versión pequeña, lo mismo sucedió en España y el Reino Unido al quedarse sin inventarios de pollo.
Un clima más húmedo y frío de lo usual en Estados Unidos y Canadá, dos grandes proveedores de papas, sumado a fallas en las compras o retrasos en las entregas por problemas de logística, causaron en ambos países la pérdida de ventas de los productos favoritos de los consumidores.
El fenómeno no es ajeno al comercio costarricense, que debió enfrentar iguales problemas de logística y escasez de inventarios en diciembre, problema que no se resolverá a corto plazo.
Pocos productos son más necesarios para garantizar el abastecimiento en el país, como las medicinas y los suministros médicos. Cabe preguntar si la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) habrá tomado medidas para evitar faltantes.
La autora es politóloga.
:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/EDYJ7YQWBJHMFESBN7LT6P4J4Y.png)
Cabe preguntar si la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) habrá tomado medidas para evitar faltantes. (CCSS)