Buenos días: Piñata con incapacidades

Hace nueve años se diagnosticó el problema y hubo promesas de enmienda; sin embargo, esta semana se supo que las licencias por enfermedad en la CCSS más bien aumentaron.

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Un acontecimiento vergonzoso ocurrió en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) durante el Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010. Por alguna razón, no muy difícil de adivinar, la solicitud de incapacidades en esa institución se disparó.

El día que Holanda jugó contra Dinamarca y Paraguay contra Italia se rompió el récord de solicitudes de incapacidades: 1.021 trabajadores de la CCSS se reportaron enfermos; casi el doble del promedio diario registrado ese año. Dolores de espalda, diarreas, migrañas, males respiratorios, contracturas y hasta uñas encarnadas confinaron a muchos empleados a su sala de televisión. Otro incentivo para incapacitarse en esa época en la Caja era que los días no laborados también se tomaban en cuenta para calcular los aguinaldos.

Cuando estas anomalías salieron a la luz, las autoridades de la institución prometieron tomar medidas para acabar con el festín. Sin embargo, nueve años después, la piñata no termina. Un informe divulgado por La Nación confirma que los empleados de la CCSS se incapacitan siete veces más que el resto de los trabajadores del país. Ellos tomaron, en promedio, dos licencias al año durante el 2018, mientras que la media fue de 0,3.

Además, los funcionarios acapararon el 30 % de los 437.000 permisos por enfermedad que se concedieron ese año a todos los empleados del sector público y privado. Muy atrás, los del MEP acumularon el 5,88 % de las incapacidades y los de la Corte, el 2,37 %.

Representantes de la Caja aducen que se debe a que su personal está más expuesto a virus, bacterias y hongos. El argumento, no obstante, se estrella con el dato de que la mayoría de licencias solicitadas son por dolores de espalda e infecciones.

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Frente a la evidencia, es ineludible la revisión. O en la CCSS existe un grave problema de salud ocupacional o se siguen cometiendo abusos. Sería sano investigar si los médicos de la institución están siguiendo los protocolos a la hora de diagnosticar a sus compañeros. O si, como ocurría en el pasado, personajes inescrupulosos habrán encontrado la forma de burlar los controles para traficar y falsificar incapacidades. Por la salud de la Caja, deben buscar respuestas pronto.

rmatute@nacion.com

Twitter: @RonaldMatute

Ronald Matute es jefe de Información de La Nación.