El sedentarismo y la mala alimentación le están haciendo un enorme daño a nuestra niñez. La más reciente encuesta nacional de nutrición revela que 3 de cada 10 costarricenses (30 %) menores de 12 años son obesos, es decir, tienen exceso de grasa en el cuerpo.
Tal condición no solo puede golpear la autoestima de los pequeños, en tiempos cuando el bullying y los estereotipos andan desatados, sino también exponerlos a peligrosas enfermedades. Médicos del Hospital Nacional de Niños han lanzado alertas en vista del incremento en la cantidad de menores de edad con males crónicos, como hipertensión y diabetes, o niveles altos de colesterol y triglicéridos.
Resulta lamentable que, a tan corta edad, muchos de ellos deban ser medicados para controlar su estado y someterse a rigurosos programas para mejorar su alimentación y ejercitarse. Solo en el 2017, la Caja Costarricense del Seguro Social atendió 26.000 consultas de niños y adolescentes necesitados de atención debido a problemas asociados con el sobrepeso.
Pero las luces rojas también están encendidas en el resto del planeta. La Organización Mundial de la Salud determinó que en el 2017 había 124 millones de niños y adolescentes menores de 19 años obesos. Un año después, un estudio elaborado en Estados Unidos y publicado en la revista Pediatrics concluyó que la obesidad infantil eleva en un 30 % la posibilidad de sufrir asma.
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Los especialistas no dudan en culpar al excesivo consumo de frituras, salsas, comida chatarra, bebidas azucaradas y gaseosas, así como a la falta de actividad física. No obstante, los verdaderos responsables somos los adultos, quienes preparamos la lonchera de nuestros hijos, los atiborramos de comida rápida o los dejamos pasar horas y horas frente al televisor, el celular o la consola de videojuegos.
Si queremos evitar que nuestros hijos se conviertan en adultos enfermizos, debemos cambiar los hábitos; establecer el consumo de agua, frutas y verduras en el hogar es un primer paso. Inculcar el deporte o alguna actividad recreativa en los niños es un buen complemento para la salud física y mental.
Debemos dar el ejemplo dejando la comida que no alimenta y decidiéndonos a hacer las caminatas que siempre prometemos, pero nunca cumplimos.
rmatute@nacion.com
Ronald Matute es jefe de Información de La Nación.