Buenos días: Nada es ‘por Costa Rica’

A las puertas de pagar más impuestos, hay que repetir hasta el cansancio por qué llegamos a esta situación, en la cual cada trabajador y cada familia deberá sacrificar sus gastos.

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A las puertas de pagar más impuestos, desde el 1.° de julio, hay que repetir por qué llegamos a esto. Hay que reiterarlo porque muchos costarricenses no entienden, o lo ignoran con alevosía, que el alza de tributos se dio porque el costo de la administración del país alcanzó niveles desproporcionados.

Pagaremos más porque ministerios, autónomas, semiautónomas, universidades públicas y municipalidades cada día son más caras y llevaron a Costa Rica a endeudarse para financiar sus gastos y lujos. De hecho, la deuda es lo menor. Lo más agobiante para Hacienda son, en primer lugar, las transferencias a instituciones y, en segundo, salarios y pluses.

Entiéndase: vamos a pagar más porque tenemos una Administración Pública con salarios de primer mundo, pero no rinde como tal. Lo dijo la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

“El gasto en salarios del sector público de Costa Rica como porcentaje de los ingresos tributarios es más alto que en la mayoría de países de la OCDE”. Y agregó: “Los salarios del sector público representan una gran parte del gasto público total”. Y fue contundente: “Los aumentos en el gasto salarial del sector público también han contribuido a los recientes aumentos en la desigualdad”.

En resumen: los funcionarios son una clase privilegiada salarialmente. Por eso la urgencia de una reforma para poner límite a sobresueldos que ahorcan las finanzas.

Hemos llegado a la locura de que en 82 de 329 instituciones los funcionarios ganan más por pluses que por salario base. Llegamos al colmo de que las universidades pagan 43 pluses y el Poder Judicial, 21.

En anualidades, el desperdicio es irracional: se le paga al “muy bueno” o “excelente” según calificación del jefe. Sobra decir que esa excelencia es falsa y que muchas de esas 329 entidades sobran.

La reforma al empleo público es urgente. Los impuestos no alcanzan para cubrir tanta comodidad de la clase burocrática y deben ser ellos quienes entiendan que, si no quieren despidos (porque funcionarios sobran), deben aceptar límites en remuneraciones. Que comprendan, además, que eso de que “la lucha es por Costa Rica”, pocos lo creen. La lucha la dan por ellos y sus privilegios.

amayorga@nacion.com

Twitter: armandomayorga

Armando Mayorga es jefe de Redacción de La Nación.