Refrigerador sin repuestos
Electrodoméstico falla desde que se compró
El 16 de agosto compramos en Casa América, local 43 del Depósito de Golfito, una refrigeradora Samsung. Desde que la conectamos, el congelador dio problemas. Ni el Servicio al Cliente de Samsung ni Cosmos Electrónica han sido capaces de resolver nuestro problema. Un técnico ha intentado repararla más de tres veces, infructuosamente. Tenemos más de un mes de esperar repuestos que no hay en el país. ¿Qué podemos hacer?
Adriana Gómez Gómez
Desamparados
Justos reclamos
Me uno a los justificados clamores aparecidos en esta sección sobre la falta de aumentos a los pensionados del Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM). Esta población se encuentra en absoluta indefensión ante la actitud de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) de no incrementar los montos.
Lo contrario ocurre con el régimen del magisterio, donde no fallan los aumentos, porque el gobierno sabe que de no hacerlo se enfrentaría a las protestas de los gremios. La Defensoría de los Habitantes debería actuar de oficio.
Ramón Alfonso Soto Sanabria
Zapote, San José
Trato en hospital
Hace casi un mes, el fatal accidente de Cinchona cobró muchas vidas y dejó heridos de extrema gravedad. Varios hospitales, como el de San Carlos, realizaron los primeros procedimientos médicos para mantener a los heridos con vida. Luego fueron enviados al Hospital México por vía aérea y terrestre.
Mi esposa, Miriam Carranza Soto, fue uno de ellos. Allí recibió lo mejor que la ciencia médica pudo darle. Sin embargo, la gravedad de sus lesiones apagó su vida un día y medio después. Murió a nuestro lado, en la forma más bella en que un ser humano puede despedirse: llena de amor, esperanza y fe de que el Creador la recibiera.
Gracias a todos los que dieron su ayuda, en especial por su trato humano, a Cuidados Intensivos del Hospital México, donde aún luchan por la vida varias de las personas más graves. Que Dios los bendiga.
Eduardo Rodríguez Soto
San José
Ceniza del Irazú
Recuerdo que la caída de ceniza causada por la actividad del volcán Irazú, allá por el año 1963, comenzó en los días en que vino el presidente Kennedy a nuestro país. Yo estaba en la escuela Juan Rafael Mora, nos mandaron al paseo Colón y nos dieron una banderita de papel a cada alumno para darle la bienvenida. Lo pude ver de cerca, acompañado por el presidente Francisco J. Orlich y también pude notar la molestia que causaba la ceniza en sus ojos.
Esa crisis duró como dos años. Lo que estamos viviendo ahora con el volcán Turrialba no es ni la cuarta parte de lo que pasamos en ese entonces. Recuerdo muy bien que las canoas de las casas se caían por la acumulación de la ceniza, también vi muchos carros totalmente dañados, en cuenta el de mi papá, el ganado moría y los cultivos se perdían en cantidades enormes, la educación se paralizaba cuando se agudizaba la caída de ceniza, las fuentes de agua se contaminaban, el turismo nos abandonó y la economía del país se vio fuertemente afectada en todos los aspectos; los que vivieron eso no me dejarán mentir.
Esto que estamos pasando ahora es muy triste e incómodo, ha afectado a mucha gente y no quiero menospreciar su gravedad, pero comparado con lo del volcán Irazú, no tiene semejanza. Además, en ese momento no existía la información que tenemos ahora. Cuando amanecíamos cubiertos de ceniza no sabíamos cómo estaba la situación y crecía aún más la incertidumbre, ya que la mayoría de las veces las informaciones eran muy escuetas.
Por eso, quiero dar gracias a Dios porque existen instituciones como el Ovsicori de la Universidad Nacional, que nos comunica de forma ágil y veraz todos los acontecimientos relacionados. Mi agradecimiento para todas las personas que ahí laboran por tenernos siempre informados.
Luis Guillermo Beirute Jiménez
Goicoechea
Defensa de lo propio
Los agricultores de la zona norte de Cartago se han caracterizado por el amor a la tierra. Su esfuerzo de sol a sol permite a muchos costarricenses contar con verduras y hortalizas frescas en su mesa durante todo el año. Con justa razón hacen lo posible por defender sus cosechas de los vándalos que, sin ningún esfuerzo, roban sus productos amparados por las sombras de la noche.
Por eso nos parece increíble que uno de estos campesinos que repelió a un grupo de delincuentes que intentaron robar su cultivo, al herir a uno de ellos, esté demandado por lesiones culposas, por ejercer la defensa de los bienes que tanto le han costado. Eso solo puede suceder en el país del al revés.
Gustavo Elizondo Fallas
Santa María de Dota