Me avergüenzo de la forma como trasladaron a 18 extranjeros de Monterrey de San Carlos al puesto fronterizo de Tablillas: en un camión ganadero y escoltados como asesinos.
Es inhumano, vulgar y denigrante, y eso que no venían enfermos de covid-19. Más sensibilidad, autoridades, más decencia.
Douglas Romero Alvarado, Vázquez de Coronado
Pantalla dañada
La empresa Tigo tenía que cambiar la caja receptora de la señal de cable, por obsoleta. El técnico quedó de llegar en varias ocasiones, y, cuando vino, la dejó mal instalada: al pasar los canales, perdía el sonido. Cuando al fin funcionó, a los pocos días, aparecieron unas rayas en un costado de la pantalla.
Llamé al técnico de nuevo y determinó que el daño en el televisor fue ocasionado por un pico de voltaje en la caja. El mismo técnico solicitó, mediante una boleta de servicio, que el supervisor de Tigo viniera a confirmar la avería, pero no lo ha hecho.
Guillermo Ramírez Garay, San José
Cobros de la CNFL
Así como Acueductos y Alcantarillados (AyA), la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) también cobra montos exagerados.
El 21 de mayo puse en conocimiento de la CNFL, para estudios, el elevado consumo de energía eléctrica en dos medidores a mi nombre, y no he recibido ninguna solución. Me preocupa que suspendan el servicio aduciendo falta de pago, el cual no he hecho porque estoy esperando la revisión solicitada.
Rolando Chacón Solano, Santo Domingo de Heredia
Arrepentimiento
Estoy arrepentido de haber ayudado al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), su propuesta convenció a muchas personas en todo el mundo y le dimos apoyo moral y económico para derrocar la dictadura somocista.
Qué ingenuos fuimos al depositar dinero en las mantas de color rojo y negro, puestas en los parques de nuestro país. Inconscientemente, ayudamos a un grupo de forajidos ansiosos de poder, apoyados por intelectuales de la época. Claro, estos últimos abandonaron el barco y quedaron solo los delincuentes.
¿Cuál revolución sandinista para liberar al pueblo nicaragüense? Sandino fue un líder de la resistencia nicaragüense contra el ejército de ocupación estadounidense en la primera mitad del siglo XX. La traición del dictador Anastasio Somoza, quien ordenó matar a Sandino, es la misma del grupo marxista-leninista conocido como FSLN, que asesina al pueblo nicaragüense desde que llegó al poder.
Jorge E. Varela Solís, Moravia
Enredada gestión
La caótica gestión del gobierno, como bien reportó La Nación el 15 de junio, es corolario de la falta de visión y liderazgo del mandatario, quien delega los asuntos críticos del país en sus ministros Daniel Salas, Michael Soto, Dyalá Jiménez, Pilar Garrido y Geannina Dinarte, por citar algunos.
Por ejemplo, la gestión global está ayuna de decisiones colegiadas, pues se ha dejado en dominio de las autoridades de salud la mayoría de las acciones que reactivarían la economía.
Aún está pendiente el tan anunciado gobierno digital, con indicadores de gestión sobre una vigorosa plataforma tecnológica, que retroalimente en línea a cada uno de los sectores y asuntos del Estado, con información estratégica, producto de su propio trabajo, que haga ver por fin la luz del itinerario oficial.
José Rugama Hernández, San José
Gobierno sin rumbo
Después de muchos años de ingentes esfuerzos, con participación de varios gobiernos, el país completó los requisitos para el ingreso a la OCDE. Tal distinción es un honor y conlleva un compromiso, una responsabilidad.
Nuestros más altos jerarcas, probablemente aturdidos por la crisis pandémica, no han podido o no han querido valorar la magnitud del hecho. Nuestro Estado requiere con urgencia una reingeniería. Los partidos políticos, llamados a ser la plataforma donde descanse y se vigorice la democracia, se han constituido en meras maquinarias electoreras, en las cuales atributos como el liderazgo, la honradez, la inteligencia y el humanismo, entre otros, brillan por su ausencia.
El país está empantanado. Desde fuera se percibe cierto grado de soberbia. Los tres poderes de la República necesitan una dosis de humildad y patriotismo.
En el Primer Poder, se abrieron los juegos electorales hace tiempo, el proselitismo está en su apogeo. Las consecuencias del comportamiento irresponsable al eximir de la regla fiscal a las municipalidades ya se vio en el rebajo de puntaje de la calificadora Standard & Poor’s.
El Poder Ejecutivo se mueve en un mar de desaciertos. El ministro de la Presidencia descalifica a las calificadoras con exabruptos. La desarticulación entre ministros y el presidente es recurrente.
La impunidad de la corrupción es de suma preocupación. Las variables son muchas, con secuelas funestas para la institucionalidad. Los ciudadanos, que con nuestros impuestos mantenemos este gigantesco Estado, demandamos más responsabilidad.
Halley Castro Ramírez, barrio México
Escríbanos a cartas@nacion.com.