Después de varios días, me pidieron información adicional, la cual suministré por correo electrónico y se me indicó que en menos de 24 horas la situación sería resuelta, pero, a pesar de cumplir con los requisitos, no ha sido así.

Alejandro Sánchez Castillo, San José

Cambio de tenis

En la tienda 1-Shoe-3, ubicada en la segunda planta de Paseo Metrópoli, contiguo al Banco Nacional, rehusaron cambiar unas tenis, de unos ¢50.000, compradas para dárselas como regalo de Navidad a mi hermano.

Laura Rivera Solano, Llano Grande de Cartago

No entregan pagaré

Importadora Monge no me ha devuelto la letra de cambio que firmé cuando solicité el crédito. Espero que cumplan lo establecido en la ley.

Eddy Fernandez Rojas, San José

Larga espera

Mi esposo, Orlando Sibaja Jiménez (q. d. D. g. ), fue técnico en disección en el Poder Judicial. Soy adulta mayor en tratamiento médico. Hace varios meses, solicité la pensión que me corresponde por viudez y me informaron de que el caso sigue en estudio.

Me pregunto si con igual escrúpulo revisan las de los magistrados y altos jerarcas cuando les toca el retiro. Me preocupa volver a pasar Navidad y Año Nuevo sin el dinero que legítimamente me pertenece.

Juanita Valverde Morales, Escazú

Comida sin sabor

Entiendo que ningún ser humano quiere estar internado en un hospital, pero, cuando se pierde la salud, no hay otra opción. Tuve la experiencia de estar internado durante 42 días en el Hospital México por un problema en el corazón. La atención médica fue excelente, pero la alimentación, un verdadero trauma: la comida no tenía sabor y el arroz, que es la base del plato del día, no tenía el mínimo condimento. No sé por qué los nutricionistas no recomiendan sazonar con ajo, cebolla o chile dulce frescos.

Lo más sorprendente fue ver la cantidad de comida rechazada por los enfermos. El desperdicio fue tan impresionante que podría equivaler a millones de colones tirados a la basura todos los días. En pos de una buena calidad de vida, el menú del hospital debe mejorar. Para muchos internados, será la última comida que van a disfrutar.

Albán Rugama Dávila, barrio México

AyA responde

En relación con la carta de Lilia Berrocal, titulada “Sin agua en Bejuco”, publicada el 5 de enero, aclaramos que en las últimas semanas de diciembre el alto consumo por el aumento de visitantes en la zona causó la escasez.

Debido a la presencia natural de hierro y manganeso en el agua subterránea que abastece a Bejuco, el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) instaló tanques de almacenamiento con agua potable a la cual tiene acceso toda la población. Para resolver de forma definitiva el inconveniente, la entidad trabaja en el diseño de una propuesta para construir un nuevo pozo que provea el servicio a los habitantes de Bejuco.

Yamileth Astorga Espeleta, presidenta ejecutiva del AyA

Competir es clave

Para tener mejores condiciones y ahorros en electricidad e hidrocarburos, una empresa en Cartago dedicada a la fabricación de productos de vidrio despidió a 254 personas con el consecuente perjuicio para sus familias.

El problema se resuelve ajustando las tarifas para competir con las de Guatemala. No entiendo por qué el gobierno no interviene, pues por cada nueva empresa instalada en nuestro país, se van tres o cuatro en busca de más rentabilidad. Costa Rica debe fijar tarifas preferenciales a la industria en general y así se evita el desempleo que cada día afecta a más personas.

Fernando Cordero Alvarado, San José

Costosa herencia

Lo sucedido a los trabajadores de Japdeva ha sido muy triste, pero los costarricenses tenemos claro que se debió a la negligencia y la apatía al trabajo suscitadas por los sindicalistas. Con el fin de mejorar los privilegios para sus agremiados, la institución llegó al estado en que se encuentra.

Recuerdo aquellas huelgas que prácticamente paralizaban la provincia de Limón, lo cual ocasionaba grandísimas pérdidas a la producción nacional y tanto a los exportadores como a los importadores. Se llegó a manejar la institución como una propiedad privada y hoy tenemos los resultados. Los limonenses deben su situación a la forma irresponsable como fue manejada Japdeva por los gremios sindicales.

La falta de visión y la forma de administrar una entidad de este calibre les pasó la factura a muchos compatriotas que confiaron en los líderes.

Limón cuenta con muchos recursos para salir adelante, pero con trabajo y no con movimientos huelguísticos que, según la historia, solo han dejado por herencia pobreza.

Rafael A. Fallas Garbanzo, San José