En el banco Promerica, por teléfono dicen una cosa y en las sucursales, otra. El jueves, llamé a Servicio al Cliente para solicitar dos contraseñas con el propósito de hacer retiros en cajeros automáticos, para mi tarjeta de crédito y una adicional.
La respuesta fue que tardarían cuatro días en entregármelas; sin embargo, si iba a la agencia, me la darían inmediatamente. Lo mismo para abrir una cuenta en dólares, bastaba con presentar la cédula.
Con esas indicaciones, fui a la sucursal localizada en Heredia y, por el contrario, no me dieron los pines, y para la cuenta en dólares me solicitaron presentar la orden patronal y recibos de agua y electricidad.
En resumen, me hicieron perder el tiempo porque tuve que llamar varias veces y volver al banco. Ya tengo cuenta en dólares, pero solamente un pin. Me vi obligado a volver a telefonear para solicitar la otra contraseña.
Luis Ordóñez Calvo, Heredia
Ciencia y tecnología
Una parte de los costarricenses han tenido el pensamiento de que los avances científicos y tecnológicos solo se producen en grandes países o países desarrollados. De igual forma, creen que el conocimiento sobre estos avances se obtiene únicamente si se estudia fuera y es traído de vuelta para copiarlo en el país.
A consecuencia de la pandemia, quedó en evidencia lo contrario. El gobierno, específicamente los ministerios de Salud y Ciencia y Tecnología, tomaron seriamente el trabajo de los profesionales en esas materias, formados dentro del país y fuera de él; además, crearon las condiciones de investigación para diseño de instrumentos, sueros y pruebas de detección que ayudarán en esta crisis y quedarán como conocimiento general para el futuro.
Paula A. Muñoz Castro, Goicoechea
Entrega frustrada
Compré a través de Aeropost Costa Rica porque en el anuncio ofrecen la entrega a domicilio gratuita en la Gran Área Metropolitana (GAM), pero resultó que no, para ellos vivir cerca de las instalaciones de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), en Ochomogo, no está en su ruta.
Aún peor, fui a recoger el paquete a su sucursal en Cartago y no estaba ahí, lo enviaron a Heredia. No es forma de tratar a un cliente.
José A. Gutiérrez Vargas, Cartago
Somos hermanos
Los nicaragüenses son el principal grupo de migrantes en Costa Rica y sabemos que su gobierno, prácticamente, no ha hecho nada para frenar la pandemia.
Esto me lleva a reflexionar sobre la posibilidad de que se dispare la xenofobia y que los costarricenses olviden que son los nicaragüenses quienes se encargan de los trabajos menos remunerados, aquellos que los costarricenses no queremos desempeñar.
¿Cuántos costarricenses, al tomar un café en el desayuno, meditan en que posiblemente el grano fue recolectado por manos de migrantes?
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Costa Rica viven 417.768 migrantes.
Yenny Rodríguez Pérez, Cartago
Restricción vehicular
Pareciera que la curva de la pandemia se está aplanando. Por el contrario, la de la desigualdad social comienza su ruta hacia el pico más alto de los últimos 50 años.
Según pronostican los economistas, será la crisis más grave de nuestra historia reciente. Aplanarla es utópico, pero es posible controlarla con medidas apolíticas y heroicas del Estado y la sociedad.
Sugiero que en los próximos seis meses, y aprovechando el bajo precio del petróleo, se mantenga en tres placas al día la restricción vehicular.
Es común ver en las presas vehículos ocupados por una sola persona, lo cual representa un desperdicio típico de las sociedades de hoy.
De igual manera, es frecuente mirar en garajes no dos, sino hasta tres vehículos, cuyos miembros de la familia parten en las mañanas y en las tardes en un auto cada uno a sus actividades, y, en no pocas ocasiones, a corta distancia.
La restricción vehicular de tres placas al día podría abastecer un fondo mensual de unos $30 millones, que ayudarían a paliar los efectos de la crisis pos-covid-19.
William Rivas Rojas, San José
Gracias por el agua
Por este medio, expreso mi agradecimiento a la presidenta ejecutiva de AyA, Yamileth Astorga, por haber dado respuesta ayer a mi carta publicada en este espacio el miércoles 29 de abril, titulada “Sin agua y sin luz”.
Rolando Moreno Calvo, Moravia
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