Que alguien inspeccione la institución porque si no pago me cobran intereses y, si pago, debo esperar a que me devuelvan el dinero, mientras, siguen ganando intereses por meses.

Glenda Rojas Moreira, Alajuela

Derecho de huelga

Como muy bien explicó la abogada Paola Gutiérrez, el 25 de junio en “Página quince”, el derecho de huelga protege al trabajador para que no sea despedido por abandonar sus funciones, pero hasta ahí. De ninguna manera obliga al patrono a pagarle los días no laborados, sea la huelga legal o ilegal. ¿Cuándo llegará el día en que nuestros gobernantes cumplan la función para la cual fueron elegidos?

Jorge Campos, Montes de Oca

Autoridad en duda

De nuevo, un gobierno cedió a la presión de los sindicatos. El problema que el presidente, Carlos Alvarado, deberá afrontar va a ser la incredulidad. Su autoridad ha quedado cuestionada y, dada la circunstancia actual del país, es lo peor que nos pudo haber pasado.

La renuncia del ministro Mora, lejos de solucionar la seria problemática que vivimos, definitivamente, la agrava.

Arturo Chavarría Escalante, Lourdes de Montes de Oca

Consenso nacional

El consenso consiste en destacar un punto en común entre las personas que pertenecen a una colectividad. Esto resulta muy conveniente antes de tomar decisiones en grupo y fortalece la unión entre el líder y los subordinados. Además, los resultados son mucho más fructíferos y beneficiosos que cuando se hacen de forma dictatorial.

Desarrollar una actividad para alcanzar consenso permite a los participantes el análisis, revisar los diferentes objetivos con los pros y los contras y establecer compromisos valiosos para ejecutar lo planeado una vez definida y aprobada una decisión. Las mesas de negociación serían un gran paso para lograr el consenso nacional.

Jaime Morera Monge, Alajuela

Médico ejemplar

En diferentes situaciones de mi vida, me topé en el hospital con el doctor Guido Molina, quien se caracterizó por su incansable labor para con sus pacientes y familiares. Su oficina de puertas abiertas era un refugio de esperanza, entrega y alivio en los momentos más difíciles que puede tener un ser humano.

Coincidimos hace dos meses en la sección de placas del hospital, ya él como paciente, y pude darle las gracias en nombre de todas las personas sanadas por lo que hizo por nosotros. Le dije que la memoria del corazón es infinita, por lo que yo viviría eternamente agradecida.

Fue una charla bastante larga. Le pregunté que si sus pupilos habían aprendido de su calidad humana y, poco convencido, expresó que “ahora las cosas eran muy diferentes”. Expresó su satisfacción por que la vida le diera la oportunidad de hacer lo que tanto amaba.

Ante mi insistencia en demostrarle mi admiración y cariño, con su gran humildad, me dio las gracias y me dijo “Dios te bendiga”. Con un dejo de nostalgia, nos despedimos. Le expresé mis buenos deseos en su recuperación. Nuestra charla fue un regalo de Dios; que en Él descanse, doctor.

Jeannette Soto Tenorio, Escazú

Hacia adelante

Es una lástima que haya tenido que renunciar Edgar Mora por presiones de ciertos sectores acostumbrados a pedir caprichos a los gobiernos de turno. El ministro venía haciendo un gran trabajo y tuvo que esforzarse para hacerle frente a un gremio bastante irrespetuoso, que demostró su carencia de valores en la pasada huelga. Al ahora exministro no se le conoce ninguna falta ni en su trabajo ni en su moral que ameritara su renuncia. Su gran pecado fue contradecir a la chineada y berrinchosa fuerza sindical.

Es muy lamentable que ciertos grupos, manipulados por líderes encaprichados y privilegiados, quieran decirle al gobierno qué hacer. Es hora de aprobar leyes que impidan atropellos y vandalismo.

Carlos Alvarado, somos muchos los costarricenses que confiamos en usted y esperamos una Costa Rica mejor. Los manipuladores y manipulados le está haciendo muchísimo daño al país. Adelante, presidente, Dios le dé la sabiduría y la fuerza que necesita para continuar.

María E. Ramírez González, Miramar de Puntarenas

A los diputados

Diputados, urge que aprueben el proyecto para regular las huelgas y el empleo público. No es posible que los sindicatos y un grupo de estudiantes manipulados sigan haciendo y deshaciendo en el país. Ellos lo único que defienden son privilegios y gollerías. No pueden seguir bloqueando calles ni afectando a la gente trabajadora y a los adultos mayores que necesitan trasladarse a citas. Diputados, el pueblo trabajador les estará muy agradecido si acaban con la alcahuetería.

Henry Martínez Gallo, San José