Cartas a la columna: Forjadores del país

Costa Rica se debe a notables profesionales

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Notables políticos, juristas, economistas y gente de muchas otras profesiones, a lo largo de la historia, forjaron este país, sitio de democracia y garantías sociales que naciones del primer mundo aplauden.

Con el paso de los años, descendientes de esos ilustres patriotas, con la ayuda de varios expertos en distintas disciplinas, pero ayunos de patriotismo, hundieron cada vez más este hermoso territorio, y lo transformaron en la república más desigual de América Latina.

Estamos sumidos en la pobreza debido a una pésima distribución de la riqueza. Quienes la poseen forman una élite disfrazada de socialdemocracia.

En el 2018, llegó a la presidencia un joven con no tanta experiencia política; sin embargo, tenía muchas ganas de trabajar, trabajar y trabajar.

Este muchacho puso a temblar a los pseudoconocedores sobre cómo dirigir el país. Esos “experimentados”, temerosos de perder su estado de bienestar, traman, de la forma más ruin y desesperada, cómo desacreditar y desprestigiar al caballero andante.

Lázaro O. Salgado Pérez, Heredia

Respuesta del AyA

En respuesta a la carta publicada el 8 de agosto, con el título “Elevada factura de agua”, de Raúl Eduardo Matos Elles, informo de que el servicio registró alto consumo el 30 de junio del 2020 (¢254.998, equivalentes a 145 metros cúbicos). Acueductos y Alcantarillados (AyA) procedió de acuerdo con lo establecido en la normativa y rectificó el cobro por 30 metros cúbicos, es decir, una factura por ¢26.171,85.

Maritza Alvarado Granados, directora de Comunicación Institucional del AyA

Regalos a políticos

Viendo la vehemencia con que el diputado independiente Jonathan Prendas ataca al presidente, Carlos Alvarado, a quien no pretendo defender, le recuerdo que tiene un techo de vidrio muy delgado.

Una cosa es viajar con dinero propio y en vacaciones, y otra muy distinta con compañías que quieren obtener adeptos para futuros negocios con permisos pagados por el pueblo. Viajes que no traen ningún beneficio al país.

A una persona íntegra le daría vergüenza aceptar ese tipo de ofrecimientos. ¿Cree usted que si no estuviera en Cuesta de Moras le habrían pagado el tiquete para ir a España?

Arnoldo Fernández Miranda, San José

Lalo Rojas

El lunes 10 de agosto se publicó en “Viva” de La Nación el reportaje “Lalo Rojas luce sus boleros a los 82 años”, donde el reconocido artista, amigo y compañero de estudios afirmó que hacer música a su edad es un postre que Dios le dio.

Dios y la naturaleza nos dieron el miércoles otro gran regalo: un atardecer que en mi ya larga existencia no había visto. Los rojos, anaranjados, amarillos y rosados de gran intensidad con el reflejo sobre las nubes y montañas de Escazú me hicieron olvidar las congojas y penurias que sufrimos por la covid-19.

Si mal no recuerdo, el periodista y fotógrafo Rodolfo Carrillo se especializa y tiene una gran colección de atardeceres, por lo que ojalá haya captado ese espectáculo.

Leonel Fonseca Cubillo, Pavas

Investigación

Alguien tendrá que ser sancionado por las mascarillas. El personal hospitalario arriesgó doblemente su vida por el posible error del gerente de Logística de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), cuyo personal revisa pedidos de $4 millones y la calidad de los productos.

¿Por qué aceptan material defectuoso? ¿Por qué compran productos a personas que se burlan de nosotros? ¿Por qué intentan burlarse del pueblo que paga sus salarios? Nunca hemos vivido una pandemia y estamos aprendiendo. Nos equivocarnos, pero no subestimen nuestra inteligencia.

Marjorie González Gómez, San José