Cartas a la columna: Escazuceños ahogados en polvo

Afectados por obras del AyA y ceniza

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Vecinos de Escazú sufrimos una inmensa contaminación ambiental causada por la ceniza y, muy tristemente, por el polvo.

Acueductos y Alcantarillados (AyA) lleva a cabo trabajos necesarios, como cambiar la red de agua potable colocada en el 2005 y en la cual, por error de los ingenieros, pusieron una tubería que no soportó la presión del líquido.

La obra pretende evitar las fugas existentes para que no representen un desperdicio tanto de agua potable como de recursos. Parece que el AyA contrató una empresa, la cual se comprometió a barrer y regar dos veces al día las calles intervenidas. Según me cuenta una vecina, esa fue la explicación que dio la vicealcaldesa.

Solicitamos al AyA que si las cosas son así, exija a la compañía responsable cumplir. Como efecto inmediato, tenemos las molestias en ojos, nariz y garganta; plantas, muebles y vehículos están cubiertos de polvo. Le agregamos la ceniza y el caos es insoportable. A algunos vecinos los afecta en su salud al producirles asma, crisis respiratorias y nerviosas y alergias.

AyA: haga algo para aliviar esta situación lo más pronto posible. Antes de que muramos asfixiados.

Ana Rosa Roldán Porras, Escazú

Preocupado por el DIEE

Es preocupante leer las recientes noticias sobre los funcionarios de la Dirección de Infraestructura y Equipamiento Educativo (DIEE) del Ministerio de Educación Pública (MEP). La Auditoría del MEP no escatima adjetivos para describir el ambiente laboral; indica que hay funcionarios sin compromiso e incapaces de procurar alcanzar los objetivos institucionales. Sería bueno que la directora del DIEE, que está haciendo bien su trabajo, preste atención a la evaluación del desempeño de esos funcionarios para que a fin de año no extiendan la mano para recibir un aumento de salario por algo que no merecen.

Luis G. Rodríguez Chacón, Heredia

CCSS y medicinas

El economista Dennis Meléndez se interesó en el problema de las medicinas, que mes a mes debemos retirar, y propuso cómo mejorar la entrega. Meléndez sugiere dar al paciente el total por los meses de la receta propuesta por el médico.

Yo me dije: “Si al menos fueran trimestrales, ¿cuánto tiempo y dinero me ahorraría?". Yo debo ir dos días para presentar mi solicitud y otro para recoger las medicinas, y cada día debo hacer la larga fila que se forma. ¿Por qué ir cada mes si las pastillas las tomaré de por vida? No voy a vender mi propia vida. Directores de la Caja Costarricense de Seguro Social, den soluciones para mejorar los procesos.

Mario Valverde Montoya, San Rafael de Montes de Oca

Hospital de oro

Como los adultos mayores necesitan un hospital especializado, propongo aprovechar $120 millones anuales para el “hospital del oro”. Aunque el oro en Crucitas es propiedad del Estado, una empresa extranjera habría sacado unos 3.000 kilos anuales, y solo habría pagado el impuesto sobre la renta (máximo un 30 %) y un 2 % para invertir en la comunidad. Sin embargo, bajo la legislación actual, el Estado explotaría ese recurso mineral concentrado en medio kilómetro cuadrado para beneficio de todos los costarricenses.

Por eso es razonable desarrollar el proyecto del “hospital del oro”, el cual sería administrado por la CCSS, que cada día hace imposible la atención hospitalaria adecuada en el sistema público. Un hospital central complementado con instalaciones especializadas nuevas, o con parte de otros existentes, conformarían un formidable centro médico que indiscutiblemente es urgente, razonable y único para los adultos mayores.

Freddy Pacheco León, Heredia

Indiferencia mayor

Ando cerca de los 72 años, puedo escribir, con cierto conocimiento de causa, acerca de la problemática social del adulto mayor. El artículo del 24 de marzo, en La Nación, titulado “Pobreza golpea a miles de adultos mayores cada vez más”, señala muy bien nuestras peripecias para sobrevivir.

Con estadísticas, muestra la situación de esta población de costarricenses a quienes, posiblemente, se les han negado derechos plasmados en la Constitución. El Estado ha hecho ingentes esfuerzos para dar a algunos alimento, habitación y atención en salud. Sin embargo, nuestra educación se ha preocupado únicamente por enseñar el sobrevivir y el tener, y ha descuido al ser humano, al individuo, al costarricense, lo emocional y lo espiritual, que también duelen cuando se ignoran. Llamado modernamente invisibilización, es una conducta social y familiar. De eso también muere la persona. En términos llanos: por indiferencia.

Carlos Masís Acosta, Cartago.

Sin agua

El servicio de agua “potable” en playa Bejuco, Puntarenas, es deplorable. Pero eso ya lo sabemos. El problema, ahora, es el suministro.

Playa Bejuco es un sitio turístico, y si no importamos los costarricenses, por lo menos darles a los extranjeros que vienen a un país muy caro, como Costa Rica, agua para que se bañen o refresquen.

Antes, cuando operaba la Asociación Administradora de los Sistemas de Acueductos y Alcantarillados (Asada), teníamos problemas, pero no como ahora.

Hace tres días prácticamente no recibimos agua, y si llega, son gotas. Llamé y me dijeron que tenían problemas de electricidad en el bombeo del agua. ¿Por qué no lo arreglan? Nosotros, los costarricenses, merecemos agua potable y suficiente, y los turistas, también.

Lilia Berrocal C., playa Bejuco, Puntarenas