Soy dueña de un hotel en Palo Seco de Parrita. La semana pasada, mi hijo, primero, y, luego yo, fuimos agredidos por unos vecinos estadounidenses, quienes construyeron “muertos altos” en el camino de lastre. Mi oposición a esa construcción provocó la furia de dos de ellos.
La agresión contra mi hijo fue violenta. Fue perseguido con un machete para matarlo, le destrozaron el auto y le quitaron sus pertenencias. A mí me detuvieron cuando paseaba por la playa. Me dieron una paliza horrible y me amenazaron de muerte y de violación. Resulté muy golpeada en la cabeza y estoy traumatizada. Fuimos y denunciamos lo sucedido, detuvieron a uno de ellos, pero ya está libre. Quienes vivimos en esta zona estamos asustados y pedimos a las autoridades hacer una investigación y darnos protección. Los hechos no deben quedar impunes.
Diane Yvonne Conforti, playa Palo Seco de Parrita
Solución a medias
Movistar ha venido en detrimento. Desde hace días, el servicio presenta fallas en Internet y ningún departamento o unidad de la empresa responde eficientemente, cuando medio se solucionó –reconocieron el problema en su red– me dejaron sin teléfono.
¿Este es el trato para quienes tenemos más de 10 años de pagarle a la empresa? ¿Será normal que a los clientes más antiguos los traten con desprecio los nuevos dueños? Espero se termine pronto mi plan para tomar decisiones, pues sin prestar el servicio lo cobran.
Johann Cairol Barquero, San José
Debe investigarse
No debe dejarse sin investigar la denuncia hecha por un noticiario sobre acoso laboral. Más grave es la denuncia del maquillaje en la información, el no saber nada o el miedo subterráneo de los subalternos.
El país necesita transparencia en la función pública. Debemos apoyar a los empleados públicos denunciantes de anomalías o maquillajes para hacer aparentar que estamos bien. El acoso afecta la motivación y la salud de los trabajadores.
Mario Valverde Montoya, San Rafael de Montes de Oca
Incapacidad municipal
Me identifico plenamente con la carta de Olman Paut Mora (4/3/2019) sobre la incapacidad de la Municipalidad de Alajuela para poner en cintura a vecinos comodidosos cuyas construcciones invaden la privacidad de los demás. A mí me sucede lo mismo y la Municipalidad no mueve un dedo para solucionar el problema.
Vamos a ver cuando llegue el tiempo de cambiar de administradores, en las votaciones municipales, a ver con que cara llegan a pedir nuestro voto. Gracias “Cartas a la Columna” por apoyarnos en nuestras calamidades.
Nuria Rojas Madrigal, Alajuela
Sin agua en Guácimo
El 24 de agosto pasado solicité correr un medidor de agua unos 30 metros aproximadamente. Al día de hoy, y tras un ir y venir y llamar a las oficinas, no ha llegado la cuadrilla a efectuar el trabajo. Sin recibir el servicio de agua he estado pagando por ese medidor desde agosto pasado.
Es de asombrarse la lentitud con que caminan las cosas en el AyA de Guácimo.
Hilda Echeverría, Guácimo
El jueves 21 de febrero, a las 8:19 a. m., aproximadamente, en la entrada a la pista a Cartago, por La Galera, la conductora de un Mitsubishi Mirage verde, al salir del centro de Curridabat, irrespetó la señal de ceda y golpeó mi pick-up cuando yo me dirigía a mi casa por la autopista Florencio del Castillo. Antes de bajarme, con actitud prepotente e insolente, me insultó y luego aceleró.
La alcancé en el peaje y le indiqué detenerse para resolver el asunto, mas ella volvió a acelerar. ¿Si hubiera atropellado a alguien? La respuesta, con base en lo anterior, es la huida. Su actitud es irresponsable. ¿Y la reparación de mi vehículo? ¿Debo pagar yo su irresponsabilidad? Posiblemente así se conduce ella en su vida. No irrespetemos a los otros.
Ronald Valverde Jiménez, San José
Privatizaciones
El Incop privatizó los servicios en Caldera y cientos de familias de Puntarenas se quedaron sin sustento. No hay que demostrar nada para sentir el ácido de la pobreza en esa provincia sin pesca de arrastre y el puerto en administración privada. Las utilidades del negocio portuario son multimillonarias por la posición geográfica de Costa Rica en el corredor de tránsito naviero mundial . APM Terminals, en Moín, ya deja sus primeras víctimas: los empleados de las estibadoras y después seguirán los todos los de Japdeva. Les espera un futuro muy oscuro a esas familias
Albán Rugama Dávila, barrio México