Les envié un mensaje por correo electrónico y no contestan; los llamo, y tampoco obtengo respuesta.

Samuel Herrera García, Los Chiles

Ministra equivocada

Me da pena oír en este siglo XXI que la gente debe ganarse el derecho al trabajo. Qué dirían nuestros ancestros que lucharon por los derechos humanos. Qué diría don Pepe Figueres, gran visionario que nos dio en un instante una república y fundó las instituciones para hacer grande el Estado y proteger a sus habitantes.

El Estado debe proveer oportunidades de trabajo a todos, especialmente en estos momentos, si no, ¿cómo se pagarán las cuotas a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS)?

Merecemos una disculpa todos los habitantes de este país y quienes no están ahorita en Costa Rica.

¿Quién quiere enfermar y ver morir a sus familias? La ministra de Planificación, Pilar Garrido, debe ser más sensible en estos momentos tan duros.

Emelina Díaz Rojas, San José

Un día sin restricción

El Día de la Madre es quizás el festejo más significativo del año, pues todos somos hijos y queremos celebrar con una figura tan importante en nuestras vidas.

Las madres, asimismo, queremos que nuestros hijos tomen ese día libre para reunirse con nosotras y estar juntos en familia.

Hemos estado “abandonadas” por la pandemia, solitarias, aisladas desde marzo cuando se inició la crisis sanitaria debido a la covid-19.

Es hora de que las madres tengamos un día libre para unirnos con los hijos y sentirnos amadas. La mayoría de las personas usualmente llevan a sus mamás a comer a un restaurante para darles un feriado por todo el trabajo hecho durante el año. Otras llevan sus platillos y entre todos los miembros de la casa arman la cena.

Han sido meses muy duros, meses de aislamiento para evitar el contagio de la enfermedad del coronavirus. El aislamiento es perjudicial para la salud psíquica de una madre que quiere ver a sus hijos.

Es injusto que en su día la restricción sea inflexible y quede dentro de la franja de cierre.

María del Mar Burbano, Guanacaste

Artículos útiles

En esta época de abundancia en imágenes y noticias falsas, considerar los comentarios y opiniones de personas con formación profesional afín a los temas tratados es más que necesario y confiable.

Por ejemplo, la variedad de especialistas que colaboran con el periódico La Nación, nacionales e internacionales, brindan la posibilidad de que la gente se forme su propio criterio sobre asuntos cruciales que nos conciernen por igual.

Dando opiniones y comentarios valiosos, fomentan la reflexión y la sana crítica. Estamos acostumbrados a leer a profesionales que participan con personalidad y dominio en sus diversos campos, y nunca esperaríamos, por ejemplo, que un ingeniero se inmiscuya en el campo donde el asunto sea salvar almas, como tampoco lo sería si una persona dedicada a salvar almas hace de economista.

Crisanto Badilla Argüello, Heredia

Nuevo símbolo

Cuánto me alegra tener un símbolo patrio que se toma siempre bien, y cada día es lo mejor que puede pasarnos.

Nuestro café merecía esto y mucho más, porque no es solo llenar las tazas del mundo en torno a un encuentro o en soledad. Desde el cafetal hasta ser tostado, su olor penetra los sentidos y profundiza nuestra felicidad de un símbolo patrio tan particular. Gracias, gracias, café, por ser todo lo que sos para mí y tantas personas más.

Gustavo Halsband, San José

Control del ruido

Aprovechando el estricto control de placas y horarios que los oficiales de tránsito llevan a cabo en nuestras carreteras, podrían también amonestar el excesivo ruido producido por las motocicletas con el escape libre, lo cual está penado por ley, pero nadie cumple. Hace mucho daño al oído interno y deja secuelas auditivas y neurológicas.

José Patiño Masís, Escazú

Medida correcta

Ya era hora de bajar los altos salarios de algunos políticos. Creo que debe ser de forma permanente, pues si todavía ganan ¢18 millones al mes es una afrenta para quienes vivimos de una pensión no millonaria, especialmente porque todo está muy caro, y más ahora con la pandemia salida de control.

Rodolfo Víquez, San José