María del Mar Prendas Sequeira, Guácimo

Desperdicio en el ICE

Con respecto a la nota "El ICE pondrá en venta propiedades ociosas para obtener liquidez” (La Nación, 20/2/2020), dejo las siguientes inquietudes: ¿Cuántos kilómetros y cuántas toneladas de cobre y acero están suspendidos en cada poste de la red eléctrica? ¿Cuál es el valor expuesto a los ladrones de cable? ¿En cuántos kilómetros se alarga la red eléctrica y telefónica por cruces innecesarios en carreteras y caminos? ¿Cuál es el costo adicional en postes de cemento, madera o metal, y cableado de los cruces?¿Cuál es el costo de la pésima costumbre de colocar postes para sostener los templetes que pueden fijarse al piso con un anclaje?

Si se soluciona de manera técnica y lógica lo señalado, obtener mayor liquidez sería evidente. No se necesita ir a Harvard, Oxford o a la Sorbona o al Incae, solo se requiere sentido común.

Los abonados al servicio de energía eléctrica y de telefonía hemos sostenido durante años la ineficiencia administrativa del más grande ente descentralizado de Costa Rica.

Camilo Cifuentes Correa, San José

Trato descortés

El 23 de febrero, mi hija acudió al servicio de emergencias de la clínica Jiménez Núñez. La persona que le aplicó las inyecciones fue bastante descortés.

Jinnette Sánchez Granados, San José

Fútbol por cable

Qué injusticia han cometido las directivas de los siete clubes de la primera división de fútbol. Pese a que tenían contratos para transmitir los partidos por los canales 6 y 7, tres con el primero y cuatro con el segundo, permitieron modificaciones y, a partir del 29 de febrero, solo quienes tengan contrato con una cablera podrán ver los juegos. Los aficionados son quienes menos importan en el negocio del fútbol.

Gerardo Arias González, La Unión

Crítica irrespetuosa

El Tribunal Penal de Pavas condenó a una persona por el asesinato de una turista venezolana. Hecho lamentable y doloroso que menoscaba nuestra hospitalidad y buenas costumbres.

En el proceso de investigación, emergió la figura paterna de Carla Stefaniak, Carlos Caicedo. Gozó de un extraño protagonismo exigiendo la pronta solución del caso.

En el juicio, Caicedo fue un elemento fundamental en la sala de debates. Siempre ocupó un espacio en la mesa, junto al equipo de abogados que lo representaban, incluso intercambiaba criterios con ellos y se le permitió encarar al acusado.

Los medios de información estuvieron muy pendientes de su activa presencia. Con la declaratoria de la sentencia, llegó el enojo y los exabruptos de Caicedo. Cuestionó la clasificación del delito y la pena impuesta al acusado. Según él, para los jueces, la vida de su hija “no vale nada”. Esta y otras consideraciones fueron dadas a los medios.

Es preocupante que un extranjero cuestione tan fuertemente nuestra institucionalidad. También la emprendió contra el Organismo de Investigación Judicial y el Ministerio Público por su actuar en el proceso.

Halley Castro Ramírez, barrio México

Secretismo y déficit

Preocupa que aún en el siglo XXI diputados del Partido Liberación Nacional (PLN) y el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) continúen siendo adictos al secretismo: en los nombramientos y en lo bancario. ¿Cuál es el temor?

Bien dice el presidente, Carlos Alvarado, que le han heredado un país hipotecado. Espero que la Contraloría General de la República siga ejerciendo su función de control en forma estricta, como lo está haciendo actualmente, pues en el pasado reciente no fue así, lo que contribuyó a agravar el déficit fiscal.

Posiblemente, por amnesia política o secretismo, a la diputada Yorleny León Marchena se le olvidó, en su artículo publicado en La Nación el 18 de febrero, hacer referencia a la responsabilidad que también le corresponde al PLN y al PUSC en el déficit fiscal y solo responsabiliza al Partido Acción Ciudadana.

Rodolfo Alfaro Murillo, Belén de Heredia

Iniciativas peligrosas

No puedo negar mi asombro al ver el intento del presidente de fomentar una entidad de investigación con datos personales de los habitantes, casi al estilo de los regímenes alejados de una democracia legítima como la nuestra.

Como ejemplo extremo, traigo a colación lo hecho por la nefasta dictadura argentina instalada en 1976, durante la cual se promulgaron 4.449 decretos, muchos de los cuales tenían como fin conocer y controlar, de forma centralizada, toda información sobre los ciudadanos.

No llegaremos a terribles extremos fascistas de desprecio por los derechos humanos, pero todo intento en esa dirección llama la atención para reflexionar hasta donde se puede llegar con tales acciones, tal vez ahora sin mala intención, pero en el futuro podrían desembocar en situaciones incontrolables.

Gustavo Halsband, San José

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