A cualquier vecino le esgrimen mil razones para el otorgamiento de una licencia. La Municipalidad es conocida por su frondosa burocracia y, según un reportaje de La Nación, de las que más consumen su presupuesto en salarios.

Es novedoso que en condiciones que desconozco beneficien así a quien se le alinean las estrellas y a otros ni una venta de empanadas les permiten. Con este proceder están creando cuarterías comerciales para allegar fondos a un municipio que no ha realizado obras de envergadura en 30 años, excepto su lujoso edificio municipal, y los puentes se caen por falta de mantenimiento.

Leonel Rodríguez Soto, Moravia

Cartas extraviadas

Hace días hice varios envíos por medio de Correos de Costa Rica. Utilicé, como siempre, el correo ordinario, pero ha pasado más de un mes y no llegan a su destino. Reclamé a sus empleados que amenazan con que si no se usa el correo EMS este se pierde.

Incluso, se tomaron la molestia de dramatizar cómo por un error de colocación del sobre este puede perderse. Lo denuncié por escrito ante la institución y responden tranquilamente que no se hacen responsables por extravíos.

Si no entregan el correo, entonces no deberían llamarse Correos. Una cosa es que entreguen tarde y otra totalmente diferente es no hacer el trabajo.

Esteban Jiménez Hidalgo, Alajuela

Denuncia por estafa

El 20 de diciembre del 2020 puse una denuncia en la Oficina de Apoyo al Consumidor por estafa en las redes sociales, y cinco meses después me informan de que el caso será archivado porque en la dirección física del denunciado nadie lo conoce. ¿No existe otro medio de localizarlo o no se le ayuda al consumidor?

Giselle Camacho Gómez, San José

Interpelación

Estoy de acuerdo con Isidro Pardo Solórzano sobre la forma como los diputados pretenden interpelar al doctor Daniel Salas, como lo hicieron con el presidente, Carlos Alvarado. La rabia de no poder dañar más al gobierno y el gran temor de perder otra vez los lleva a actuar tan bajamente.

Marjorie González Gómez, San José

Cambio en pensiones

La discusión en torno de las reformas al régimen de pensiones de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) no debe descansar en su Junta Directiva. Dada la trascendencia para 1,4 millones de trabajadores cubiertos debería llamarse a un plebiscito y elegir dos de las tres medidas propuestas.

Esta alternativa requeriría, necesariamente, que se informe oficialmente a la población trabajadora los alcances de estas reformas y, con base en ella, cada uno tome la decisión correspondiente, dado que cualquier opción que seleccione le afectará.

Me inclino por eliminar la que aboga para que la edad de retiro pase a ser 65 años, pues el punto no es mantenerse trabajando solo para satisfacer el apetito fiscal de la CCSS, sino mantenerse trabajando en condiciones óptimas.

A partir de los 60 años, es bien conocido que la curva de productividad disminuye abruptamente porque las personas están cansadas y desean retirarse.

Es un hecho también que las enfermedades mentales y físicas asociadas a la prorrogación de la edad de pensión aumentarán exponencialmente y, entonces, será más complicado el panorama para la CCSS, debido a que el gasto médico para atención y tratamiento será superior a lo que recaude de más con el aumento de la edad de retiro.

Óscar Francisco Vargas Madrigal, Heredia