La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), en convenio con el Instituto Nacional de Seguros (INS), temporal o permanentemente, debería analizar la conveniencia de adaptar la casa de recreo del INS, ubicada en Puntarenas, como albergue de pacientes.
El hospital Monseñor Sanabria se encuentra saturado y sería un alivio destinar un espacio exclusivo para los contagiados. La casa tiene acceso y está naturalmente ventilada. Además, cuenta con garajes para ambulancias, servicios públicos, aires acondicionados y tanque con bomba de agua y vigilancia las 24 horas. Una buena distribución dará cabida a, por lo menos, 20 pacientes.
Es una buena oportunidad para sacar provecho a las instalaciones, las cuales están sin uso desde hace bastante tiempo y se mantienen los gastos de vigilancia, mantenimiento y servicios públicos.
Wilber Iván Sosa Esquivel, Puntarenas
No es un juego
Es hora de obedecer al ministro de Salud, Daniel Salas. Lo que ocurre no es un juego; está en peligro la vida de todos. Tal vez suene trillado, pero así es.
Pongamos los pies en la tierra y veamos lo que está pasando. Hagamos caso para que la pesadilla pase, porque va a pasar. Nada es para siempre. Por nuestras familias, debemos salir a comprar los alimentos, pero hagámoslo protegidos y regresemos rápido a las casas. Cuidémonos unos a otros. Deseo pronta recuperación a los afectados.
Gerardina Delgado Vásquez, Cinco Esquinas de Tibás
Gratitud y esperanza
Expreso mi gratitud y admiración a nuestro personal médico y las distintas instituciones del país, en especial a la Caja Costarricense de Seguro Social. Me encuentro en Malta, país paralizado por el coronavirus. He seguido muy de cerca lo que acontece en Costa Rica y podríamos aprender mucho de su gran trabajo.
Me uno al sentimiento de muchos y externo mi felicidad porque el país cuenta con un sistema de salud de primer mundo. Ha abordado de excelente manera la crisis. Resalto la labor realizada en atención primaria y preventiva.
En momentos difíciles para la CCSS, ha debido hacer un esfuerzo monetario mayúsculo. Muchos países desearían contar con un sistema de salud como el nuestro y haber manejado la pandemia de manera oportuna, como lo hemos hecho.
Se evidenció que la responsabilidad, el humanismo y la solidaridad no se dejaron de lado y fue en este momento cuando logré entender el logo de la Caja: una madre cuidando a su hijo, cueste lo que cueste.
Luis Carmona Rodríguez, Malta
Mensaje de fe
En una carta publicada el 27 de noviembre del 2019, titulada “Dios escondido”, manifesté mi constante inquietud sobre la actitud de Dios cuando los males aquejan a la humanidad. Guerras, corrupción, contaminación, políticos corruptos, anarquía moral, terremotos, abuso contra mujeres y niños, y Dios permanece pasivo, no actúa.
Ahora que la pandemia de la covid-19 golpea el planeta, Dios habla. Hace un llamado al arrepentimiento, a cambiar de actitud y a buscarlo con todo el corazón. El mundo está mortalmente enfermo y en la medida en que cada uno de nosotros se libre del mal, el bien y la salud volverán a reinar en la tierra.
Pedro Rafael Gutiérrez Doña, San Isidro de Heredia
Sindicatos callados
Esperaba oír de los sindicatos alguna proposición para el gobierno en pos de ayudar a mejorar la situación de los trabajadores, ahora es el momento; pero nada, están sin ideas, cuando más se necesita el concurso de todos.
Leslie Anderson Beer, Moravia
Alcohol disponible
Si la Liga Agrícola Industrial de la Caña de Azúcar (Laica) tiene 6 millones de litros de alcohol, el gobierno debería emitir un decreto para utilizarlos
No, no se trata de que los reglamentos lo impiden, es el sentido común el que no se usa, a pesar de observar la emergencia. El Poder Ejecutivo debe firmar un decreto de emergencia para beneficiar a la sociedad.
Mario Fallas Moreira, Heredia
Cambio de paradigma
Covid-19, quedarse en casa, lavarse las manos y cuarentena de 14 días, serán expresiones imborrables para el mundo entero. Los países enfrentan un colapso humanitario y económico por tiempo indeterminado.
La tragedia mundial podría marcar el fin de una era, replantear el modo de vida y cambiar prioridades. La familia volverá a ocupar un primer lugar; el planeta y la naturaleza se beneficiarán.
El papa comentó en una entrevista que no es optimista, pero tiene esperanza y el viernes tuvimos el privilegio de recibir su bendición urbi et orbi.
Cecilia Prestinary Montero, San José
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