La Costa Rica en la que perdió el PAC se concentra en las costas y territorios fronterizos. Allí, Carlos Alvarado apenas cosechó el 25% de los sufragios conseguidos a nivel nacional. En cambio, de esos sitios provino el 42% de las papeletas favorables para Fabricio Alvarado, cabeza del Partido Restauración Nacional.

En general, los distritos opuestos a Carlos Alvarado son los de menor Índice de Desarrollo Social (IDS), comunidades con carencias en escolaridad, acceso a servicios, baja participación electoral e índices altos de criminalidad. El 68% de los distritos de muy bajo IDS fueron bastión del PRN.

El PAC, en cambio, ganó todos los distritos de alto índice y en el 92% de aquellos con un nivel de desarrollo social medio.

La elección también dejó islas electorales en 15 municipios, donde en un solo distrito se impuso un partido diferente al que ganó el cantón.

Estas “islas”, surgieron del mayor apoyo que obtuvo el mensaje de Fabricio Alvarado en los distritos más pobres, los que tienen el Índice de Desarrollo Social más bajo de sus respectivos cantones.

Esto ocurrió en Los Guido (Desamparados), León XIII (Tibás), Purral (Goicoechea), Sarapiquí (Alajuela), Sabana Redonda (Poás), La Ceiba (Orotina), Río Azul (La Unión), Chirripó (Turrialba), La Unión (Montes de Oro), Río Naranjo (Bagaces) y San Pablo (Nandayure), ganados en solitario por el PRN.

Por ejemplo, un asentamiento campesino llamado Uvita, hizo que el distrito de La Ceiba (Orotina) inclinara la balanza a favor de Restauración Nacional. José Luis Ramos, coordinador de ese partido en Orotina de Puntarenas, explicó que en Uvita el mensaje de Fabricio Alvarado caló desde la primera ronda y mantuvo la fidelidad en el voto de cara a la segunda vuelta.

“Los campesinos pensamos distinto. El gobierno del PAC nos ha tenido abandonados estos cuatro años. Aquí los caminos –unos de tierra y otros de asfalto– están en pésimo estado, así que la gente quería un cambio y apostó por Restauración”. Manuel Chaves, vecino de La Ceiba.

Una historia similar escribieron los vecinos de Sabana Redonda en Poás (Alajuela), un distrito dedicado principalmente a la producción de fresas y helechos, que respaldó a Restauración. Las razones de ese triunfo aún no encuentran una explicación lógica en José Pablo Sibaja, dirigente de esa agrupación política en Poás. “Ahí no hicimos nada distinto al resto del cantón. Pienso que al ser pueblos muy pequeños y donde muchos son familia, se convencieron de boca en boca”, añadió.

Por su parte, el PAC ganó un único distrito en tres cantones en los que triunfó Fabricio: Golfito, en el cantón con el mismo nombre; Cureña, en Sarapiquí y Guápiles en Pococí. Este último, fue el único territorio en el que resultó victorioso el PAC en toda la provincia de Limón.

Aunque el PAC perdió en una cuarta parte del país, en 470 distritos su crecimiento porcentual en votos superó al de Restauración Nacional.

Al igual que en otras elecciones, los baluartes del partido oficialista se concentraron mayoritariamente en áreas urbanas y cercanas al anillo central del país. Allí Carlos Alvarado se apropió de casi un millón de votos.

Para el PAC, su terreno fértil fue la Gran Área Metropolitana, donde triunfó en 157 de 164 distritos. En esta zona, conquistó el 65,7% de los votos.