Cuando la equidad abre la puerta a la excelencia

Por Kristine Matheson
Gerente de País de Mastercard para Costa Rica, Nicaragua y Honduras

Para el año 2001, la cantidad de mujeres en puestos de mando apenas llegaba al 11%, 20 años después esta cifra se ha casi triplicado, con 29% de las posiciones de mando siendo desempeñadas por mujeres a nivel global.

Este cambio no se dio de la noche a la mañana, requirió de ajustes estructurales importantes, años de trabajo en cuanto a formación, oportunidades y captación de talento por parte de las compañías, muchas veces lideradas por hombres.

Un espacio laboral moderno y con la capacidad de asimilar e implementar estos cambios, no debería ser una estructura rígida, con cuotas de “diversidad” ilógicas y caminos burocráticos interminables, los cuales finalizan con candidatos poco calificados independientemente de su género.

Una compañía verdaderamente interesada en la equidad busca la excelencia, y la excelencia en todos sus sentidos, sin importar su procedencia, color, ideología, preferencia sexual o género.

Esta búsqueda debe ser proactiva y pensada, anclada en valores que no solo definen a la empresa y la hacen crecer, pero que moldean cada aspecto del trabajo dentro de ella.

En Mastercard, el desarrollo óptimo de nuestros colaboradores es posible debido a una cultura laboral ganadora, en donde la decencia es tomada como piedra angular y base de todas nuestras acciones y estrategias. Creando a su vez un espacio, en el que las diferentes perspectivas y visiones son celebradas, en vez de homologadas.

Sin embargo, antes de poder celebrar nuestras diferencias de género, es necesario reconocerlas y hacerlas valer, forjando mecanismos que permitan integrarlas dentro de mismo espacio laboral.

Aplicar estos cambios implica reconocer que no solo una nueva madre tiene derecho a ausentarse después de dar a luz a su bebé, sino que debería ser un derecho para ambos padres, sin importar su género, preferencia sexual o método de concepción.

Por eso en Mastercard, implementamos un paternity y maternity leave de 16 semanas, en aras de permitir un cuido equitativo para ambos progenitores, en caso de que alguna de las partes no quiera o pueda volver a trabajar. Bajo nuestro pilar de Inclusive Family Building, estos mismos beneficios se pueden obtener en caso de requerir tiempo para incursionar en una reproducción asistida o procesos de adopción.

De la misma manera, la aplicación de horarios flexibles de trabajo no solo responde a una realidad global, pero también a una realidad de género presente en muchas de nuestras colaboradoras, quienes a parte de realizar su trabajo en Mastercard, doblan como jefas de hogar y madres.

Tomar en cuenta estas realidades y acomodar las cargas de trabajo para obtener mayor eficacia y eficiencia impulsan la excelencia de todas las y los miembros dentro de Mastercard, permitiendo sacar el verdadero potencial de cada individuo del equipo.

Impulsar el acceso de la mayor cantidad de mujeres a puestos de liderazgo y en áreas usualmente ocupadas por hombres también se refleja en los programas y apoyos que Mastercard desarrolla e implementa a escala global.

Como parte de su rama de educación, el programa de Girls4Tech, enfocado en el desarrollo de aptitudes en áreas como las matemáticas, ingeniería, ciencia y tecnología ha logrado llegar a más de un millón de niñas en 31 países de todo el mundo, por medio de clases presenciales y virtuales guiadas por miembros de Mastercard y formuladas para un aprendizaje fácil y divertido.

Más allá del área de formación escolar, Mastercard celebra anualmente su competencia de LEADS Mujer en colaboración con el INCAE Business School. Certamen que forma a más de 40 participantes centroamericanas y sus negocios a expandirse por medio de tutorías especializadas, recursos y apoyo de la mano de los mejores profesores de la región.

Estos esfuerzos toman aún más relevancia, contemplando que desde la pandemia el 42% de las mujeres emprendedoras en el mundo se han pasado a un modelo de negocio digital. Debido a esto, Mastercard pone a su disposición la plataforma Accelerate, donde emprendedoras podrán encontrar guías, recursos y hasta proveedores para poder transformar su negocio en el entorno digital.

La lucha por la apertura y el acceso a oportunidades como éstas no solo diversifican la fuerza laboral, las compañías y el mundo, sino que también las enriquece. La búsqueda por la equidad y especialmente la equidad de género no tiene por qué oponerse a la búsqueda por la excelencia en el trabajo y la vida de los y las trabajadoras.

Por el contrario, debe considerarse como la continuación lógica una de otra. Ya que por medio de espacios equitativos es por donde alcanzamos nuestro mayor potencial.