Sin importar el destino que prefiera: mar, catarata, poza o piscina... lo cierto es que los días se disfrutan mejor en el agua.
La extensión territorial de nuestro país le da a los costarricenses la oportunidad de conocer distintas playas y lugares turísticos en viajes de un día, o bien, de un fin de semana. ¿Cuántos no han inventado ir a darse ‘una vuelta’ al Puerto por un churchill? Si acaso se dura una hora y media desde San José.
Es justamente por esa facilidad que tienen los ticos para disfrutar de los atractivos que ofrece Costa Rica, que se hace necesario tener en cuenta las medidas de seguridad respectivas. Después de todo, lo más importante es volver a casa con solo buenos recuerdos.
Si bien es cierto cada escenario tiene sus secretos y formas de disfrutarlo, lo mejor es tener presente las recomendaciones básicas y darlas a conocer a toda la familia:
Si hay agua hay riesgo:
Nunca subestime el lugar en el que se encuentra, todos los lugares que tengan una atracción acuática representan, en mayor o menor medida, un nivel de peligro. Sobre todo cuando en el lugar hay niños o personas que no saben nadar.
Si va a ir al mar, existen aplicaciones móviles como Miocimar, que es descarga gratuita, que le permiten dar seguimiento a las corrientes desde el celular.
Mejor estar acompañado:
Evite bañarse en un lugar en el que no haya más turistas. Esto porque en el caso de que esté ante una emergencia, no habrá quien lo pueda socorrer o avisar a las autoridades.
Sin clavados atrevidos:
Si no conoce la profundidad de la poza o de la piscina, lo mejor es no improvisar con un clavado. Un golpe en la cabeza con el piso o con una piedra puede ser sumamente peligroso.
Espere después de comer:
Cuando una persona come, la mayoría de la sangre del organismo se concentra en el estómago para digerir los alimentos y transportar los nutrientes al resto del cuerpo. Si se ingresa al agua a nadar o jugar, mientras el cuerpo está en ese proceso, es posible que la persona experimente un estado de sueño lo que le puede provocar un desmayo, ya que los músculos y el cerebro no están recibiendo suficiente oxígeno para reaccionar.
Ojo con los más pequeños
Cuando hay niños involucrados en el paseo, no hay permiso para distraerse. Es necesaria una constante supervisión cuando están en o cerca del agua, sin importar de si se trata solamente de una piscina inflable.
La primera recomendación es que los padres de familia o quienes estén encargados del menor en el paseo, sepan nadar y tengan el máximo dominio en el agua. De ser posible, también se aconseja que el niño aprenda a nadar o, al menos, a flotar. Estas medidas facilitan un rescate en caso de emergencia.
Si va a una piscina o poza, lleve siempre flotadores que le permitan al niño tener un descanso en el agua y que le ayuden a estar sobre la superficie.
Asegúrese de que los niños tomen bastante líquido, para evitar la deshidratación. Esta se manifiesta con mareos, (pérdida del sentido) y náuseas.
La temperatura del agua es otro factor importante. En el agua, el calor corporal desciende más rápido, por lo que si la piscina está muy fría, no será difícil que el pequeño alcance la hipotermia. Si percibe que el menor tiembla, se ve pálido o presenta calambres musculares, lo mejor es que lo saque del agua.
Procure que los niños estén vestidos con ropa llamativa y colorida para identificarlos con facilidad.
Díganos a qué destino va y le decimos qué consejos seguir
En la playa:
En caso de ser atrapado por una corriente siga las siguientes instrucciones: