En Costa Rica, la historieta emprende su desarrollo junto al proyecto liberal y la construcción simbólica de la nación.
Si usted fue niño entre la década de los 80 y la de los 90, seguramente recordará al famoso Tricolín, célebre personaje de la época que recientemente volvió vestido con los colores patrios, para apoyar a la Selección Nacional.