Mauren Cordero trabajaba como policía de la Fuerza Pública y hacía fletes en su carro en su tiempo libre. Su pareja murió asesinada y quedó llena de deudas. A Mauren, supuestamente le ofrecieron ¢6 millones por su riñón. Luego, $1.000 por cada persona que reclutara para la extracción de ese órgano.