La OTAN deja Afganistán sin gobierno 100 días después de la investidura de su nuevo presidente, y convertido en uno de los territorios más peligrosos del planeta, plagado de mortales artefactos a menudo sin explotar.
La OTAN deja Afganistán sin gobierno 100 días después de la investidura de su nuevo presidente, y convertido en uno de los territorios más peligrosos del planeta, plagado de mortales artefactos a menudo sin explotar.