Más que una ola o una tormenta fugaz, la consolidación de la popularidad de la candidata Marina Silva, un mes antes de los comicios de Brasil, obligó a la presidenta Dilma Rousseff a intensificar su campaña en procura de la la reelección.
Más que una ola o una tormenta fugaz, la consolidación de la popularidad de la candidata Marina Silva, un mes antes de los comicios de Brasil, obligó a la presidenta Dilma Rousseff a intensificar su campaña en procura de la la reelección.