No tiene mucho sentido dejar de medir la calidad del ‘software’, pues representa una porción muy cuantiosa del costo
La entrada en vigencia de la nueva ley tributaria, que obliga a todas las actividades comerciales y profesionales al uso de factura electrónica podría poner en riesgo los datos de los contribuyentes.
La decisión de desarrollar, comprar o alquilar <em>software</em> es muy diferente hoy que hace 25 o 40 años. Los parámetros de la decisión han cambiado profundamente con el desarrollo de la industria, la globalización de la economía y la proliferación de conocimiento y pensamiento computacional.