El gobierno ha promovido una serie de encomiables medidas para controlar los ingresos tributarios y la evasión, pero no ha actuado con el mismo celo por el lado del gasto público. Por ejemplo, el MEP, el mayor empleador del sector estatal, actúa a ciegas al ejecutar muchas tareas a su cargo
El Ministerio de Educación Pública (MEP) invierte ¢150.600 millones por año para comedores y transportes de estudiantes. Sin embargo, no sabe si los niños se están nutriendo, si asisten a los comedores, si el servicio de alimentación se ofrece los 200 días o si los alumnos aprovechan la beca de transporte.