Con una inversión de ¢489 millones, nuevo edificio incluye módulo materno infantil, dormitorios, aulas para capacitación, espacios de recreativos y salón multiusos, entre otras facilidades
El departamento agropecuario industrial y artesanal es una consecuencia de la necesidad para cumplir con los preceptos y principios de la reforma penitenciaria establecidos por la nueva ley que le ha dado vida a la Dirección General de Adaptación Social. Así nos lo informan funcionarios de la reforma, en San Rafael de Ojo de Agua, a cuyo cargo está este programa.
Este viernes 27 de agosto se llevará a cabo el tradicional recorrido histórico en el Museo Penitenciario, para conocer las historias de terror de la cárcel más temida del país.
El Sr. ministro de Gobernación y Policía, Lic. Carlos Manuel Vicente Castro, comenta un editorial publicado por La Nación.
Desde principios del siglo pasado y casi hasta 1940, la ley de la vagancia provocó que mujeres y menores entre los 8 y 18 años pagaran sus delitos en la cárcel más temible del país.
Los directores de la investigación Lic. Gunnar Pinto y el mayor Rosendo Herrera estaban ayer enfrascados en la organización de una fuerza policiaca especial que trataría de detener a la pandilla.
La Dirección de la Penitenciaría hizo sonar las sirenas de alarma que automáticamente hicieron entrar en acción a la central de radiopatrullas y a la comandancia de la Tercera Compañía de la Guardia Civil.
Tal información se desprendía de un informe que suministró el Ministerio de Educación Pública, en el cual se reportó que un total de 511 escuelas ubicadas en la zona rural estaban en aprietos para abrir aulas en marzo por la falta de maestro.
En la noche del 26 de enero de 1971, la situación obligó a las autoridades a lanzar alrededor de veinte bombas lacrimógenas.
Sopa de rata, crímenes sangrientos y violaciones. Han pasado 40 años desde el cierre de la Penitenciaría Central, sin embargo, lo que allí se vivió permanece en el inconsciente de quienes estuvieron dentro del reclusorio.