Indigna que, sobre todo en las sociedades dominadas por la puñetera envidia y la puñalada trapera, formidables seres humanos pasen ante los demás sin pena ni gloria, conocidos por unos pocos, desconocidos para la mayoría.
Indigna que, sobre todo en las sociedades dominadas por la puñetera envidia y la puñalada trapera, formidables seres humanos pasen ante los demás sin pena ni gloria, conocidos por unos pocos, desconocidos para la mayoría.