Sortean motos; soportan el humo de las muflas; reciben miradas despectivas o, por el contrario, aplausos de apoyo, así es la vida de los artistas urbanos en los semáforos de la capital.
Sortean motos; soportan el humo de las muflas; reciben miradas despectivas o, por el contrario, aplausos de apoyo, así es la vida de los artistas urbanos en los semáforos de la capital.