En el restaurante La Carreta uno se come un casado, como en muchos, pero también puede leer un libro, e incluso llevárselo a su casa sin decirle a nadie. Esto no pasa en ninguno.
En el restaurante La Carreta uno se come un casado, como en muchos, pero también puede leer un libro, e incluso llevárselo a su casa sin decirle a nadie. Esto no pasa en ninguno.